Confusión ante el lanzamiento de la TV digital en Alemania
El inminente lanzamiento, anunciado para el próximo fin de semana por el grupo Kirch, del sistema de televisión basado en el principio pagar por ver (pay per view) provoca en Alemania un auténtica ceremonia de la confusión de afirmaciones y desmentidos. El periódico de Munich Süddeutsche Zeitung aparece hoy martes con una información considerada sensacional: los dos paquidermos de la televisión privada alemana, los grupos Bertelsmann y Kirch, negocian participar de forma conjunta en el negocio de la televisión digital de pago.
La noticia significaría más o menos...
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El inminente lanzamiento, anunciado para el próximo fin de semana por el grupo Kirch, del sistema de televisión basado en el principio pagar por ver (pay per view) provoca en Alemania un auténtica ceremonia de la confusión de afirmaciones y desmentidos. El periódico de Munich Süddeutsche Zeitung aparece hoy martes con una información considerada sensacional: los dos paquidermos de la televisión privada alemana, los grupos Bertelsmann y Kirch, negocian participar de forma conjunta en el negocio de la televisión digital de pago.
La noticia significaría más o menos que Bertelsmann arroja la toalla en su tentativa de crear un sistema propio de pagar por ver y trata de llegar a un acuerdo, para unirse de alguna forma a su competidor Kirch. Sin embargo, la información del periódico muniqués quedó desmentida ayer mismo, antes incluso que las rotativas empezasen a funcionar. El grupo Bertelsmann desmintió en su sede de Gütersloh que existan tales proyectos y asegura que mantiene sus planes de conseguir una televisión propia basada en el sistema de pagar por ver.
Sí reconoció el portavoz de Bertelsinann que mantienen "conversaciones constructivas" con el grupo Kirch "sobre cuestiones de la infraestructura técnica de la programación y comercialización de la televisión digital". Traducido a un lenguaje común, esto significa que Bertelsmann y Kirch negocian todavía sobre el espinoso tema del descodificador. Hasta ahora ambos consorcios mantienen sus opciones particulares y tratan de imponer cada uno su aparato, que son del todo incompatibles, salvo que esas negociaciones lleguen a buen término.