"Señor presidente, tengo 28 años y soy mecánico, ¿cómo puedo volver a mi país?"

"Señor presidente, tengo 28 años y soy mecánico. ¿Qué posibilidades tengo, como otros jóvenes, de volver más adelante?". Esta pregunta y otras muchas, reflejo de las inquietudes de los dominicanos residentes en Madrid, le fueron formuladas anoche a Leonel Fernández, presidente electo de la República Dominicana, en visita oficial a España.En un acto organizado por el Partido de Liberación Dominicana (PLD) en nuestra Comunidad ("nosotros somos residentes de Madrid", recalcaban sus miembros), Leonel Fernández, candidato elegido presidente por dicho partido, escuchó una parte de las profusas cuest...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

"Señor presidente, tengo 28 años y soy mecánico. ¿Qué posibilidades tengo, como otros jóvenes, de volver más adelante?". Esta pregunta y otras muchas, reflejo de las inquietudes de los dominicanos residentes en Madrid, le fueron formuladas anoche a Leonel Fernández, presidente electo de la República Dominicana, en visita oficial a España.En un acto organizado por el Partido de Liberación Dominicana (PLD) en nuestra Comunidad ("nosotros somos residentes de Madrid", recalcaban sus miembros), Leonel Fernández, candidato elegido presidente por dicho partido, escuchó una parte de las profusas cuestiones que le formuló su auditorio, los alrededor de 400 dominicanos que ocupaban el salón de actos del edificio de la UGT en la madrileña avenida de América. Fueron muchas y diversas las preguntas. Le expresaron su preocupación por la gran cantidad de dinero -unas 700.000 pesetas- que cuesta repatriar el cadáver de un paisano recientemente fallecido. Y se quejaron además del mal funcionamiento de la Embajada. También expresaron su inquietud por el excesivo coste de los pasaportes.

Más información

Pero no todo fueron quejas. Un dominicano le dijo que había organizado un club de béisbol con sus compatriotas, jugando y ganando varios torneos.

Las intervenciones y las respuestas fueron jaleadas por el público asistente, que logró transformar un acto político en algo que les era más cercano. Todo esto ocurrió después de que el presidente electo disertara sobre la historia de la República Dominicana y la evolución de su partido, hasta su reciente triunfo electoral.

Cuando se abrió el turno de preguntas, todos se volcaron. La denuncia de una joven de que su hermano era un preso político fue atajada con el argumento de que se trataba de un "caso aislado". Y la de que los emigrantes no podían votar fue respondida con que se estudiaba que no sólo pudieran hacerlo, sino que tuvieran a alguien en su país que les representara. Los asesores recogieron por escrito todas las quejas.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En