Gaddafi castiga con pena de muerte la posesión o consumo de alcohol

Poseer o regalar bebidas alcohólicas en Libia está desde el lunes castigado con la pena capital. La misma sanción que se aplicará a especuladores, contrabandistas y traficantes de drogas. Así lo establece una ley aprobada por el régimen del coronel Muammar el Gaddafi anunciada y explicada en televisión por el Ministro de Justicia y de Seguridad Pública.Con esta ley, el régimen libio intenta moralizar la vida social y poner freno a la corrupción surgida en los últimos años a resultas de los tímidos intentos de establecer una economía de libre mercado, lo que ha propiciado la formación de una nu...

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Poseer o regalar bebidas alcohólicas en Libia está desde el lunes castigado con la pena capital. La misma sanción que se aplicará a especuladores, contrabandistas y traficantes de drogas. Así lo establece una ley aprobada por el régimen del coronel Muammar el Gaddafi anunciada y explicada en televisión por el Ministro de Justicia y de Seguridad Pública.Con esta ley, el régimen libio intenta moralizar la vida social y poner freno a la corrupción surgida en los últimos años a resultas de los tímidos intentos de establecer una economía de libre mercado, lo que ha propiciado la formación de una nueva casta social, constituida básicamente por comerciantes de todo tipo de productos, a los que se han pegado traficantes de divisas, droga y alcohol.

La nueva ley establece duras sanciones, que podrían llegar hasta la pena capital, para "toda persona, que produzca, comercie, envase, manipule, posea, conserve, ofrezca o regale bebidas alcohólicas", incluso para los que la obtengan de extranjeros. La misma ley se aplicará con todo rigor a los no musulmanes que sean sorprendidos bebiendo u ofreciendo bebidas alcohólicas en lugares públicos, o que sean descubiertos en estado de ebriedad.

Estas disposiciones, que afectan también a los traficantes de divisas, a los contrabandistas de ropa y a los especuladores de viviendas y alimentos, entran en vigor pocas semanas después de que el líder libio pusiera en pie 200 comités revolucionarios, compuestos por militares y jóvenes, con la misión de luchar por el orden y contra la corrupción.

Ya en marzo, Gaddafi anunció en un largo discurso medidas drásticas para restablecer el orden y contentar así al cada vez más poderoso movimiento islamista, especialmente activo en la región de Bengasi.

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