Cartas al director

El colmo

En los trenes de cercanías han puesto un aviso de que se prohíbe poner los pies encima del asiento. Y yo digo: ¿cómo es posible que la mala educación y el desprecio por el prójimo lleve a algunas personas, que, dicho sea de paso, han pagado el mismo billete que las que van correctamente sentadas, a poner los pies encima del asiento de enfrente, no sólo molestando al que va sentado a su lado, sino ensuciando el asiento que otro viajero, después, limpiará con su pantalón o falda sin darse cuenta?Pero esto es sólo una muestra más de la incultura y el desprecio por el prójimo que tanto abundan en ...

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En los trenes de cercanías han puesto un aviso de que se prohíbe poner los pies encima del asiento. Y yo digo: ¿cómo es posible que la mala educación y el desprecio por el prójimo lleve a algunas personas, que, dicho sea de paso, han pagado el mismo billete que las que van correctamente sentadas, a poner los pies encima del asiento de enfrente, no sólo molestando al que va sentado a su lado, sino ensuciando el asiento que otro viajero, después, limpiará con su pantalón o falda sin darse cuenta?Pero esto es sólo una muestra más de la incultura y el desprecio por el prójimo que tanto abundan en nuestra ¿civilizada? sociedad. Ahí están esos educados dueños de perros que dejan a sus canes plantar sus pastelillos en la acera; ahí están esos caracoles de ciudad que dejan un rastro de botellas, latas, plásticos y demás por las calles y parques por los que pasan; ahí están esos educados automovilistas que, sin venir a cuento, tocan el claxon en la ciudad -lo cual está prohibido- ¿Hasta cuándo dominará la barbarie?-

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