La extradición de Zelaia condiciona la visita de Martí Fluxà a México

La extradición del presunto etarra Andoni Zelaia, acusado de haber asesinado a un taxista en San Sebastián en 1978, va a condicionar la visita oficial a México del secretario de Estado de Seguridad, Ricardo Martí Fluxà, iniciada ayer.La primera jornada estuvo marcada por el esfuerzo para ofrecer una imagen de normalidad. La delegación oficial aseguraba ayer que su visita de dos días de duración era una mera toma de contacto con un Gobierno extranjero tras la reciente llegada al poder del Ejecutivo de José María. Aznar. Mientras, las instituciones mexicanas creían que el envío de altos func...

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La extradición del presunto etarra Andoni Zelaia, acusado de haber asesinado a un taxista en San Sebastián en 1978, va a condicionar la visita oficial a México del secretario de Estado de Seguridad, Ricardo Martí Fluxà, iniciada ayer.La primera jornada estuvo marcada por el esfuerzo para ofrecer una imagen de normalidad. La delegación oficial aseguraba ayer que su visita de dos días de duración era una mera toma de contacto con un Gobierno extranjero tras la reciente llegada al poder del Ejecutivo de José María. Aznar. Mientras, las instituciones mexicanas creían que el envío de altos funcionarios españoles de los ministerios del Interior, Justicia y Exteriores sólo podría desembocar en el tema mas espinoso de las relaciones entre ambos países: la extradición de miembros de ETA.

Uno de los portavoces de la Procuraduría General de la República (equivalente a la Fiscalía General española) puso ayer el acento en el caso de Andoni Zelaia. La Secretaría de Relaciones Exteriores mexicana deberá pronunciarse sobre su posible envío a España. Precisamente, la única entrevista de alto nivel que figura en la agenda de Martí Fluxà para el primer día es con el titular mexicano de Exteriores, José Ángel Gurría. El caso Zelaia puede ser un precedente en las negociaciones para desbloquear el protocolo de extradición entre ambos países, en el que el terrorismo ya no es considerado como un delito político, susceptible de asilo.

Las discrepancias surgieron cuando el Gobierno mexicano aseguró que el protocolo no afectará a los ya residentes en su país. Sin embargo, la diplomacia española en México coincide a la hora de reconocer que la solicitud de extradición del Zelaia presentaba importantes defectos de forma desde un principio.

Por otro lado, las palabras del ministro de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, que aseguró en Bruselas que España no utilizará, como arma un posible bloqueo al pacto comercial entre la Unión Europea y México, han contribuido a relajar las tensiones en las negociaciones entre ambas delegaciones.

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