Una secta brasileña deberá devolver la mitad de las donaciones de un disidente

La secta brasileña Igreja Universal do Reino de Deus [que bajo ese nombre, o también como Comunidad del Espíritu Santo, opera en Portugal y España] ha sido condenada a devolver la mitad de las donaciones efectuadas durante años por un ex dirigente que denunció, entre otros presuntos delitos, los vínculos de la organización con el narcotráfico colombiano, de cuyos capos habría obtenido financiación para montar una red de televisión.Gregory Avram Valério reclamaba a la secta que le devolviera los ocho apartamentos que donó de 1988 a 1991, así como tiendas de ropa, vehículos, joyas, accion...

La secta brasileña Igreja Universal do Reino de Deus [que bajo ese nombre, o también como Comunidad del Espíritu Santo, opera en Portugal y España] ha sido condenada a devolver la mitad de las donaciones efectuadas durante años por un ex dirigente que denunció, entre otros presuntos delitos, los vínculos de la organización con el narcotráfico colombiano, de cuyos capos habría obtenido financiación para montar una red de televisión.Gregory Avram Valério reclamaba a la secta que le devolviera los ocho apartamentos que donó de 1988 a 1991, así como tiendas de ropa, vehículos, joyas, acciones de una constructora y alquiler de viviendas. En el litigio, ninguna de las partes enfrentadas ha revelado la cantidad exacta de dinero y bienes reclamados.

La Igreja Universal do Reino de Deus cuenta con unos tres millones de fieles en Brasil, un patrimonio incalculado y 2.500 templos en más de 50 países. Su líder es el obispo Edir Macedo, que a través de su emisora de televisión ha mantenido un fuerte contencioso con la Rede Globo, en el curso del cual hubo episodios continuos de provocaciones blasfemas y de acusaciones de delito.

Macedo y otros de sus pastores han sido también acusados por varios de sus ex seguidires de extorsión y se enfrentan a diversos procesos. Portavoces de la secta no comentaron la sentencia sobre las donaciones de Valério, aunque no descartaron que lleven el caso a una definitiva instancia judicial, en un intento de conservar todo el patrimonio del reclamante. Fuentes de la magistratura señalaron que no existió coacción contra Valério que pueda explique las donaciones, sino "sólo fanatismo exacerbado".

Valério adujo como justificación que, por estar viviendo una crisis conyugal, aceptó las recomendaciones de una de sus empleadas, que le aconsejó buscar la paz convirtiéndose en miembro de la secta que ella frecuentaba, y que era la de Macedo.

"Semana tras semana, mes tras mes, él fue dando todo lo que podía e incluso lo que no tenía", dice ante el tribunal su abogado, que por segunda vez en cuatro años no consiguió que la justicia ordenase la devolución de la totalidad de los bienes. Valério llegó a figurar en el círculo de confianza de Macedo.