CIENCIA

Dos botellas de cerveza paralizan el mayor acelerador del mundo

Dos botellas de cerveza han paralizado durante cinco días el funcionamiento del supercolisionador de partículas LEP, el mayor acelerador del mundo. Olvidadas o dejadas a propósito en una cámara de vacío, coincidiendo con obras llevadas a cabo durante varios meses en el túnel subterráneo de 27 kilómetros de circunferencia del acelerador, las botellas provocaban explosiones de los haces de electrones y protones que circulan a velocidad vertiginosa por el túnel, sin que los científicos supieran a qué achacar estos sucesos. Finalmente, tras cinco días de suspense, los técnicos entraron en el acele...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Dos botellas de cerveza han paralizado durante cinco días el funcionamiento del supercolisionador de partículas LEP, el mayor acelerador del mundo. Olvidadas o dejadas a propósito en una cámara de vacío, coincidiendo con obras llevadas a cabo durante varios meses en el túnel subterráneo de 27 kilómetros de circunferencia del acelerador, las botellas provocaban explosiones de los haces de electrones y protones que circulan a velocidad vertiginosa por el túnel, sin que los científicos supieran a qué achacar estos sucesos. Finalmente, tras cinco días de suspense, los técnicos entraron en el acelerador y descubrieron las dos botellas, de una marca cuyo lema es "la cerveza que llega donde otras no llegan".El paro del acelerador se produjo del 14 al 19 de junio, cuando empezó a funcionar tras varios meses de parada para dotarle de mayor potencia (de 140 a 161 gigaelectronvoltios). Un portavoz del CERN ha señalado que se ha abierto una investigación interna y denunciado el hecho a la policía de Ginebra. Este incidente sigue a otros recientes durante los que se produjeron sabotajes y se denunció la existencia de radiactividad en el recinto.

Archivado En