La Guardia Civil busca las huellas dactilares de los asesinos de Langa

Las huellas dactilares y una bala se han convertido en la principal pista que sigue la Guardia Civil para detener a los tres encapuchados que en la madrugada del jueves mataron al industrial Emilio Langa Pérez, de 62 años, en su chalé de la urbanización El Bosque, de Villaviciosa de Odón (16.000 habitantes). Los criminales -armados con una pistola, un bate y una navaja- entraron a robar y fueron sorprendidos por Langa, quien intentó expulsarles de la casa. En respuesta, los asaltantes le apalearon y acuchillaron en la habitación del matrimonio. También atacaron a la esposa, a quien golpearon e...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Las huellas dactilares y una bala se han convertido en la principal pista que sigue la Guardia Civil para detener a los tres encapuchados que en la madrugada del jueves mataron al industrial Emilio Langa Pérez, de 62 años, en su chalé de la urbanización El Bosque, de Villaviciosa de Odón (16.000 habitantes). Los criminales -armados con una pistola, un bate y una navaja- entraron a robar y fueron sorprendidos por Langa, quien intentó expulsarles de la casa. En respuesta, los asaltantes le apalearon y acuchillaron en la habitación del matrimonio. También atacaron a la esposa, a quien golpearon en la cabeza con una pistola que se disparó sin herir a nadie. Tras el asesinato, los encapuchados huyeron. Langa quedó malherido y murió poco después en un hospital a causa principalmente del navajazo. La Guardia Civil considera que se trata de delincuentes peligrosos, pero no de profesionales. "Son ladrones de poca monta. Cuando vieron que le habían herido de gravedad, huyeron sin llevarse el botín", comentó una fuente de la investigación. El hecho de que, antes de subir a las habitaciones, los ladrones estuviesen al menos un cuarto de hora en el chalé -donde incluso se comieron un melón- mantiene la esperanza de encontrar al menos una huella dactilar.

PASA A LA PÁGINA 3

La urbanización de Langa ha sufrido muchos asaltos

"Encontramos el resto de un guante, pero sabemos que no todos iban enguantados", indica la citada fuente, quien niega que Langa hubiese recibido amenazas con anterioridad al crimen.

Emilio Langa fue enterrado ayer en Villaviciosa de Odón. Su muerte ha hecho' saltar los ánimos de sus vecinos. Los 1.800 propietarios de chalés de la urbanización El Bosque se reunieron con urgencia para hacer frente a la inseguridad que, según dicen, se vive en el complejo residencial.

Como primera medida, los vecinos se concentraran mañana a mediodía de forma silenciosa en la urbanización y no descartan una marcha hacia el Ayuntamiento para exigir más seguridad. Según José Busto, uno de los vecinos, durante la reunión se pudieron escuchar testimonios escalofriantes de otros propietarios que, sin haber sufrido una situación extrema como Emilio Langa, afirmaron haber permanecido durante horas encerrados en el sótano de sus viviendas mientras que unos desalmados les desvalijaban la casa. "Otra persona está sometida a una fuerte tensión de nervios desde que unos ladrones violaron hace meses a su esposa en presencia de su hija", añadió Busto. Hasta el momento nadie conocía la magnitud de los problemas del resto, ya que el aislamiento de los chalés favorece la incomunicación entre los vecinos de la urbanización.

Además de la concentración silenciosa, los 1.800 residentes de la urbanización tomarán medidas de seguridad por su cuenta. "Estamos pensando en la vigilancia nocturna de guardias o lo que la ley nos permita", apostilló José Busto.

Archivado En