El gesto comunista del presidente

Guennadi Ziugánov, el candidato comunista a la presidencia de Rusia, tendrá una razón más para afirmar que su rival le roba las ideas en su campaña cuando vea el principal cartel propagandístico de Borís Yeltsin para la segunda vuelta: nada menos que el actual presidente de Rusia, con el puño en alto bien cerrado y el lema "Juntos venceremos". "El cartel principal es la figura de Yeltsin con el puño en alto, y entiéndalo como quiera. Se ha hecho así, deliberadamente ambiguo", afirmaba ayer Igor Malashenko, presidente de la cadena de televisión independiente NTV y cerebro de la estrategia propa...

Guennadi Ziugánov, el candidato comunista a la presidencia de Rusia, tendrá una razón más para afirmar que su rival le roba las ideas en su campaña cuando vea el principal cartel propagandístico de Borís Yeltsin para la segunda vuelta: nada menos que el actual presidente de Rusia, con el puño en alto bien cerrado y el lema "Juntos venceremos". "El cartel principal es la figura de Yeltsin con el puño en alto, y entiéndalo como quiera. Se ha hecho así, deliberadamente ambiguo", afirmaba ayer Igor Malashenko, presidente de la cadena de televisión independiente NTV y cerebro de la estrategia propagandística del presidente ruso. Malashenko acababa de dar el visto bueno a los nuevos carteles y consignas de la campana cuando acudió ayer a una cita con EL PAÍS.A principios de marzo, Malashenko se incorporó al equipo de Yeltsin a petición de Tatiana, la hija del presidente. Ella, dice, se presentó en su despacho y le pidió ayuda porque entendía que su padre "iba directo al fracaso". Desde entonces, el presidente de la compañía de televisión privada más prestigiosa de Rusia, que en el pasado se dedicó a perfilar el nuevo pensamiento político de Mijail Gorbachov, se reúne dos veces al día con el restringido grupo de responsables de la campaña, incluida Tatiana, cuya tarea es "ayudar a superar los insuperables laberintos de los burócratas".

El plan de acción propagandística para la segunda vuelta presidencial debía quedar listo anoche, explicó Malashenko. "Ahora, una importante parte del peso [de la campaña] se transferirá a Lébed", señala. "El presidente viajará bastante menos y el principal tema seguirá siendo la amenaza de la revancha comunista". El tema anticomunista, sin embargo, se desarrollará en su "versión suave", dado que Yeltsin ha gana

do la primera vuelta. Los responsables de la campaña tenían otras dos versiones, de mayor intensidad y dramatismo, para el caso de que Yeltsin y ZIugánov quedaran empatados o Ziugánov hubiera terminado en cabeza tras la jornada electoral del pasado domingo..El segundo cartel de la campaña tiene por lema "Vota por Yeltsin. Salva y conserva a Rusia", señala Malashenko, un ferviente partidario de crear el acontecimiento y dejar de lado la "agitación directa tonta". Los grupos de agitación propresidencial que se inscriben en las tradiciones de otros tiempos, como la Red de Casas Populares y el Movimiento de Apoyo Social a Yeltsin, le resultan insoportables. Para él, el cese del ministro de Defensa, Pável Grachov, y la cancelación de la visita de Yeltsin a la Cumbre del grupo de los siete países más desarrollados a celebrar en Lyón son los verdaderos episodios de la campaña.

¿Habrá debate en televisión entre Yeltsin y Ziugánov, tal como reclama el lider comunista? "Claro que no", exclama Malashenko. En este país no hay tradición y el que ganaría automáticamente sería Zlugánov, puesto que se relacionaría de igual a igual con el presidente, y porque, además, Ziugánov es un demagogo y puede enredar a cualquiera. Es unverdadero comunista. Dice lo que quiere decir, con independencia de lo que le preguntan".

Ziugánov realiza su campaña sin anuncios pagados en la televisión central y sólo utiliza los espacios gratuitos. "Me parece una tontería, pero es cosa suya", sentencia Malashenko.