Apoyo europeo a la opción inercial

Hace un año, la Asamblea Europea para la Ciencia y la Tecnología (ESTA) encargó a 10 expertos que evaluaran el estado de la investigación en fusión por confinamiento inercial, como método de obtención de energía eléctrica sin apenas residuos radiactivos. Entre ellos estaba el premio Nobel Carlo Rubbia y el físico español Juan Rojo, que presidió este grupo de trabajo. Sus conclusiones "son que se debe dar una ayuda limitada, hasta el 10% de todo el presupuesto europeo de fusión, a los grupos de fusión inercial. No se trata de construir nuevas instalaciones, sino de fomentar la colaboración de l...

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Hace un año, la Asamblea Europea para la Ciencia y la Tecnología (ESTA) encargó a 10 expertos que evaluaran el estado de la investigación en fusión por confinamiento inercial, como método de obtención de energía eléctrica sin apenas residuos radiactivos. Entre ellos estaba el premio Nobel Carlo Rubbia y el físico español Juan Rojo, que presidió este grupo de trabajo. Sus conclusiones "son que se debe dar una ayuda limitada, hasta el 10% de todo el presupuesto europeo de fusión, a los grupos de fusión inercial. No se trata de construir nuevas instalaciones, sino de fomentar la colaboración de los grupos existente", dice Rojo. La propuesta debe ser evaluada por la Comisión Europea.

No clasificado

"En 1990 se descartó la posibilidad de apoyar la fusión inercial porque no se cumplía el requisito básico para un programa internacional, que es la cooperación. Los resultados de los grupos estaban clasificados y no se podía saber cómo iban las investigaciones", explica Hans Karow, secretario de este grupo de trabajo de ESTA. "Con la decisión de EE UU de desclasificar hemos revisado la situación y creemos que no conviene poner todos los huevos de la investigación de fusión nuclear en la misma cesta", continúa. "Esperamos que Francia, el Reino Unido y Rusia, que aún no han desclasificado oficialmente sus resultados, lancen un signo claro a la comunidad en este sentido". El otro camino para conseguir energía eléctrica a partir de la fusión de dos isótopos de hidrógeno es el confinamiento magnético: los átomos de gas se calientan a millones de grados y el plasma resultante se contiene mediante un campo magnético. Es la estrategia escogida por la comunidad internacional, con reactores como el europeo JET, en funcionamiento, y el futuro ITER. La Idea aceptada es que este método tiene más posibilidades de éxito que el confinamiento inercial, pero la opinión del grupo de trabajo de la ESTA es distinta. Según Rojo, "tras analizar los resultados obtenidos, no sabría decir cómo se va a conseguir antes la ignición, si con el confinamiento magnético o con la fusión inercial".

Expertos en confinamiento magnético afirman que aunque el objetivo -del futuro reactor ITER sea ignición (como en el láser NIF), "aquí este concepto implica ya una ganancia energética neta, capacidad para producir electricidad. El ITER está pensado para funcionar durante 1.000 segundos, y para hacerlo sin ningún aporte energético del exterior, al cabo de los primeros 200 segundo".

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