El embalse de El Atazar rebosa salud además de agua

El mayor aljibe de Madrid, a los pies de El Atazar (101 habitantes), rebosa salud además de agua, según explicó ayer Antonio Beteta, presidente del Canal de Isabel II. Viajó Beteta a esta monumental reserva de agua para zanjar una vieja polémica que ha puesto en la picota la seguridad de la presa.Desde que en 1978 apareció una fisura en el cuenco de hormigón del embalse, las dudas, como las lluvias, han abundado o escaseado según las temporadas. Antes dudada el PP (el concejal José Ramón Pin, durante su etapa de diputado regional, cargó contra la seguridad de la presa). Ahora duda el PSOE (la ...

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El mayor aljibe de Madrid, a los pies de El Atazar (101 habitantes), rebosa salud además de agua, según explicó ayer Antonio Beteta, presidente del Canal de Isabel II. Viajó Beteta a esta monumental reserva de agua para zanjar una vieja polémica que ha puesto en la picota la seguridad de la presa.Desde que en 1978 apareció una fisura en el cuenco de hormigón del embalse, las dudas, como las lluvias, han abundado o escaseado según las temporadas. Antes dudada el PP (el concejal José Ramón Pin, durante su etapa de diputado regional, cargó contra la seguridad de la presa). Ahora duda el PSOE (la consejera socialista del Canal, Ana Tutor, sembró la alarma esta semana al denunciar que la presa había superado en un 24% el umbral de seguridad). Ni Pin (que no estaba invitado), ni Tutor (que sí lo estaba, pero como si no) acudieron a la visita de tranquilidad.

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Un péndulo fijo

Las aportaciones de agua a la gran presa se estancan a 38 centímetros del borde

Un péndulo fijo que atraviesa el interior del embalse permite a los operarios -14 en total que se turnan durante las 24 horas- medir los movimientos. "La presa nunca se mueve más de 2,5 centímetros. Va y viene. Pere siempre vuelve al mismo sitio", indicaron los expertos.Los 420,9 hectómetros cúbicos que almacenaba ayer El Atazar se quedaban a tan sólo 38 centímetros del umbral de aliviadero. El agua no rebosará este año por la pared de 134 metros de alto, según las previsiones. "Ahora llega casi la misma cantidad de agua que sale para el consumo", señaló Ricardo Domínguez, gerente del Canal. La catarata sólo será posible si vuelven las lluvias intensas.

Descendió Beteta de la cresta del embalse con la sensación de la misión cumplida. "La presa es segura", afirmó. Su preocupación, ahora, es el agua de la cuenca del Jarama que se pierde. Con el agua que ha soltado la presa de El Vado este año se llenarían otros dos embalses de igual capacidad. Por eso Beteta anunció ayer a EL PAÍS que el Canal de Isabel II estaría dispuesto a adelantar los 8.000 millones que el estado comprometió para construir la presa del Pozo de los Ramos, en Guadalajara. Este embalse evitaría las pérdidas por desbordamiento que se producen en la cuenca deI Jarama.

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