ATASCO EN MILÁN

Richard Gere, nuestro budista favorito, acaba de dejarse el Jaguar -y casi los dientes- en pleno centro de Milán. El actor pasó por Roma porque estaba de visita el Dalai Lama, quien iba a ser recibido por el Papa, y él quería estar cerca de su jefe espiritual para que no le pasara nada. El caso es que le dejó en el Vaticano y voló a Milán para inaugurar una exposición de fotografía sobre el Tíbet y los monasterios violados, en la que Gere da testimonio del trabajo que ha iniciado allí con las comunidades de la zona. Se trata de 22 fotografías en blanco y negro que iban a ser subasta...

Richard Gere, nuestro budista favorito, acaba de dejarse el Jaguar -y casi los dientes- en pleno centro de Milán. El actor pasó por Roma porque estaba de visita el Dalai Lama, quien iba a ser recibido por el Papa, y él quería estar cerca de su jefe espiritual para que no le pasara nada. El caso es que le dejó en el Vaticano y voló a Milán para inaugurar una exposición de fotografía sobre el Tíbet y los monasterios violados, en la que Gere da testimonio del trabajo que ha iniciado allí con las comunidades de la zona. Se trata de 22 fotografías en blanco y negro que iban a ser subastadas por Sotheby's con fines benéficos. Pero hete aquí que cuando Gere, sencillo en su Jaguar, se dirigía a hacer el bien, se le cruzó un todoterreno, contra el que se empotró ligeramente, provocando un atasco monumental y una pelea entre los automovilistas enfurecidos y los guardaespaldas del actor que sólo cortó la intervención de la Policía Municipal. Él, tan pacífico y tan oriental y, como buen budista, tan tranquilo, se sacudió las motas de polvo y siguió su camino. En la calle dejó la marimorena bien armada. Pero nada le distrajo de su control mental y su benéfico objetivo. Que se vea que le cunden los viajes al Tíbet-