La Rioja conquista el imperio
Logroño vivió ayer la tarde de los transistores. Nunca se utilizaron tanto los aparatos de radio para impulsar al Club Deportivo Logroñés, de nuevo, a la Primera División.El aliento de los seguidores se percibió en las últimas jornadas del campeonato -hasta Toledo viajaron 3.000 riojanos- tras un año donde los claros dominaron en Las Gaunas. Y es que la decepción cundió entre los hinchas con la frustrante temporada del año pasado, que cerró un ciclo de ocho campañas en Primera.
El equipo ha respondido por encima de las previsiones de la directiva, que planificó la temporada de descenso ...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
Logroño vivió ayer la tarde de los transistores. Nunca se utilizaron tanto los aparatos de radio para impulsar al Club Deportivo Logroñés, de nuevo, a la Primera División.El aliento de los seguidores se percibió en las últimas jornadas del campeonato -hasta Toledo viajaron 3.000 riojanos- tras un año donde los claros dominaron en Las Gaunas. Y es que la decepción cundió entre los hinchas con la frustrante temporada del año pasado, que cerró un ciclo de ocho campañas en Primera.
El equipo ha respondido por encima de las previsiones de la directiva, que planificó la temporada de descenso desde una perspectiva marcada por la transición, con la incorporación de una docena de jugadores, desconocidos al principio, pero piropeados al final.
El triunfo en la primera vuelta por 1-4 en Mallorca, cuando nadie imaginaba que éste iba a ser el último rival para el ascenso, le dio el crédito suficiente al Logroñés para que directiva y afición confiaran en el once de Juande Ramos.
El equipo riojano, después de 38 jornadas, ha sumado 69 goles, con lo que se ha convertido, de largo, en el más goleador del campeonato. Ha conseguido ocho goles más, incluso, que el campeón, Hércules, y sólo una victoria menos, 20, como el Mallorca. A estos datos se añade la presencia en el Logroñés del pichichi de la Segunda, Manel, con 27 tantos, y el respetable dato de quedar invicto en Las Gaunas. Sólo su defensa fue más vulnerable, pues, recibió 49 goles, una cifra sólo superada por cinco equipos, de los 20 de la categoría. Has el descendido Sestao encajó menos, 45. El Logroñés apostó por el ataque.
Y la estadística se desbordó ayer en el paseo de El Espolón y la plaza de Murrieta, lugares habituales donde los aficionados celebran los triunfos del Logroñés, con los colores blanquirrojos y las banderas de La Rioja. El presidente de la comunidad autónoma, Pedro Sanz, recibirá al nuevo primera en la finca de La Grajera.