El obispo Setién considera "inhumano" e "injusto" el chantaje de ETA

El obispo de San Sebastián, José María Setién, indica en una pastoral remitida ayer a los diocesanos que es "injusto" e- "inhumano" que ETA exija el respeto a los derechos de sus presos a través del secuestro del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara, que hoy cumple 124 días en manos de la organización terrorista. Además de exigir la liberación de éste, Setién aboga en la pastoral por la "aproximación de los presos [etarras] a sus lugares de procedencia" en aras de una progresiva humanización penitenciaria. Setién apela a la condición de los humanos y a sus derechos inherentes como...

El obispo de San Sebastián, José María Setién, indica en una pastoral remitida ayer a los diocesanos que es "injusto" e- "inhumano" que ETA exija el respeto a los derechos de sus presos a través del secuestro del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara, que hoy cumple 124 días en manos de la organización terrorista. Además de exigir la liberación de éste, Setién aboga en la pastoral por la "aproximación de los presos [etarras] a sus lugares de procedencia" en aras de una progresiva humanización penitenciaria. Setién apela a la condición de los humanos y a sus derechos inherentes como tales para afirmar que "la persona no debe ser objeto de negociación y no puede ser utilizada como rehén". Setién censura así los argumentos dados por ETA y Herri Batasuna (HB), que, en todo momento, han vinculado el desenlace del secuestro de Ortega a las medidas que tomen el Gobierno popular y los funcionarios de prisiones acerca de las condiciones de sus presos y el respeto a sus derechos."Es inhumano y por ello injusto pretender forzar la eliminación de una injusticia por la realización y mantenimiento de otra injusticia. No puede ser ése el camino de una paz verdadera y duradera", insiste Setién, que considera que el trato a los presos etarras también debe ser escrupuloso con sus derechos.

Precisamente ayer por la mañana cientos de ex reclusos de ETA se concentraron en la catedral del Buen Pastor, en San Sebastián, para exigir el reagrupamiento de sus compañeros encarcelados todavía.