Cuatro crímenes y una sola violencia

Los casos de asesinato entre jóvenes han despertado en el último año la alarma social

La violencia juvenil tiene cuatro tumbas en Madrid. En ellas descansan Ricardo Rodríguez, David Martín, David González y David Afonso. Ninguno tenía al morir más de 20 años, ninguno había cometido delito alguno. Todos, sin embargo, fueron víctimas de un azote que, agazapado detrás de una insignia neonazi o una navaja de doble filo, les sorprendió de noche, en lugares concurridos y sin que nadie les prestase ayuda.Han sido cuatro crímenes brutales en menos. de un año. Un tiempo -inaugurado por el crimen de Costa Polvoranca del que ayer se cumplió un año-, durante el que los padres de las víctim...

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La violencia juvenil tiene cuatro tumbas en Madrid. En ellas descansan Ricardo Rodríguez, David Martín, David González y David Afonso. Ninguno tenía al morir más de 20 años, ninguno había cometido delito alguno. Todos, sin embargo, fueron víctimas de un azote que, agazapado detrás de una insignia neonazi o una navaja de doble filo, les sorprendió de noche, en lugares concurridos y sin que nadie les prestase ayuda.Han sido cuatro crímenes brutales en menos. de un año. Un tiempo -inaugurado por el crimen de Costa Polvoranca del que ayer se cumplió un año-, durante el que los padres de las víctimas, las asociaciones no gubernamentales y las instituciones se han movilizado y comprometido, una y otra vez, a que no volviese a repetirse la terrible imagen de un joven asesinado por otro joven. La protesta ciudadana, sin embargo, se ha encontrado -una y otra vez- con el eco de un nuevo crimen que ha cobrado el nombre del lugar donde cayeron muertas las víctimas: Costa Polvoranca, Arganda, Moncloa y Arganzuela.

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Ante esta situación, la actuación policial, habiendo fracasado la prevención, sólo ha dado una respuesta a medias: dos casos han sido resueltos y los otros -el de Moncloa y Arganzuela- aún esperan solución.

Las investigaciones, con todo, han permitido dar luz a un submundo prácticamente desconocido en el que se mueven tribus urbanas de nuevo cuño como los denominados nacional-bakaladeros (Moncloa), neonazis de grupúsculos clandestinos como Bases Autonomas (Costa Polvoranca) o camorristas admirados por el fascismo (Arganda). Sobre el caso más reciente, el de Arganzuela, las pesquisas aún siguen abiertas, pero algunos testigos, en contra de la policía, han señalado la acción de los nacional-bakaladeros.

Éste es un resumen de los cuatro crímenes y de su actual situación judicial y policial. En todos los casos los acusados niegan la autoría del asesinato y apuntan a sus compañeros de reyerta. Los juicios, que aún no se han celebrado -aunque la vista del caso de Costa Polvoranca se celebrará este año, dictaminarán la responsabilidad.

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