El consejero vasco dice que "en ETA ahora mandan los cabos"

El histórico dirigente etarra Eugenio Etxebeste, Antxon, deportado en la República Dominicana, no tiene ninguna autoridad en ETA y "nadie estaría dispuesto a seguir sus instrucciones", según el consejero vasco de Interior, Juan María Atutxa. Pese a que ETA mantiene que su interlocutor ante un hipotético proceso de diálogo con el Gobierno es Antxon, Atutxa considera que éste vive "muy desinformado". "Difícilmente podemos saber quién es la cabeza de ETA, organización en la que hoy mandan los cabos, y, por tanto, es imposible saber hasta qué punto tienen poder para hacer que sus militantes...

El histórico dirigente etarra Eugenio Etxebeste, Antxon, deportado en la República Dominicana, no tiene ninguna autoridad en ETA y "nadie estaría dispuesto a seguir sus instrucciones", según el consejero vasco de Interior, Juan María Atutxa. Pese a que ETA mantiene que su interlocutor ante un hipotético proceso de diálogo con el Gobierno es Antxon, Atutxa considera que éste vive "muy desinformado". "Difícilmente podemos saber quién es la cabeza de ETA, organización en la que hoy mandan los cabos, y, por tanto, es imposible saber hasta qué punto tienen poder para hacer que sus militantes respeten sus decisiones", declaró a EL PAÍS.Atutxa reveló que hay varios etarras refugiados en México que han expresado su deseo de regresar a España, "aunque saben que van a ir directamente a prisión". Es partidario de que se facilite la repatriación de aquellas personas que estén dispuestas a reinsertarse. El consejero opina que el caso GAL debe investigarse hasta el final y que sería bueno que hubiera un "reconocimiento político de que aquello fue tan terrorismo como el de ETA", por lo que el Estado debe prestar ayuda a las víctimas.

Por otra parte, la policía investiga si el hombre y la mujer rubia que ocupaban un Opel Kadett blanco detectado hace una semana cerca del domicilio del juez de la Audiencia Nacional Carlos Divar están relacionados con el comando Madrid. El coche tenía matrícula M-3118-IN, que corresponde a un vehículo que fue robado en 1994 a punta de revólver en Torrejón de Ardoz. La policía descarta, en principio, que se trate de etarras.