Complicaciones para consumar la fusión de Time Warner con el grupo de Turner

La Comisión Federal de Comercio (FTC) de Estados Unidos mira con lupa el acuerdo de compra de Turner Broadcasting System (TBS) por Time Warner, anunciado en el pasado mes de septiembre, por la posibilidad de que el grupo resultante de la operación pueda alterar las reglas de, la libre competencia.

Los abogados de la FTC se están reuniendo desde hace dos semanas con representantes de Time Warner y del grupo presidido por Ted Turner para tratar de llegar a un acuerdo.

La compra de TBS, una operación valorada en 7.000 millones de dólares (925.000 millones de pesetas) fue el prod...

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La Comisión Federal de Comercio (FTC) de Estados Unidos mira con lupa el acuerdo de compra de Turner Broadcasting System (TBS) por Time Warner, anunciado en el pasado mes de septiembre, por la posibilidad de que el grupo resultante de la operación pueda alterar las reglas de, la libre competencia.

Los abogados de la FTC se están reuniendo desde hace dos semanas con representantes de Time Warner y del grupo presidido por Ted Turner para tratar de llegar a un acuerdo.

La compra de TBS, una operación valorada en 7.000 millones de dólares (925.000 millones de pesetas) fue el producto de una laboriosa negociación entre el presidente de Time Warner, Gerard Levin, y el de TBS, Ted Turner, y necesita la aprobación de la Comisión Federal de Comercio, el organismo de la Administración que controla y evita las situaciones de monopolio.

Desde el principio, grupos rivales de televisión y cable, así como asociaciones de consumidores, llamaron la atención de la autoridad reguladora sobre el riesgo de que la concentración de medios, estaciones de televisión, operadores de cable y programas de las dos empresas pudiera lesionar la libre competencia.

La operación se complica además porque Tele-Communications Inc. (TCI), el operador de cable más grande de los Estados Unidos, posee en la actualidad el 25% del grupo de Turner; y como consecuencia de ello tendría un 9% de las acciones en el grupo fusionado. En definitiva, ese pacto uniría a los dos primeros operadores de cable de los Estados Unidos, como son TCI y Time Warner, que controlarían juntos a 25 millones de suscriptores (40% del total de los Estados Unidos): una situación inquietante para sus competidores.

La vía de US West

Por si todo esto no fuera suficientemente complicado, Time Warner se encuentra enlazada con US West, la compañía de teléfonos que es dueña del 25% de la empresa de películas, televisión y cable del grupo Time Warner. US West protestó de la unión anunciada con Turner, alegando que violaba sus derechos como accionista de Time Warner.Algunos analistas, citados por The New York Times, apuntan la posibilidad de que una vía de arreglo al conflicto con la FTC sea transferir a US West el control de los 11 millones de suscriptores de cable de Time Warmer, y argumentar así ante la autoridad de control que la participación de TCI representa una amenaza menor para los competidores en el sector del cable.

En la FTC -más entre los abogados que entre los cinco miembros que forman la cúpula de la Comisión, según The Washington Post- se habría llegado a un cierto grado de consenso en el sentido de que el acuerdo de fusión debe sufrir modificaciones para no ser bloqueado. Gerald Levin, presidente de Time Warner, ha expresado recientemente su confianza en que la fusión obtenga al final la luz verde.

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