Cartas al director

Olvido

El estreno de Libertarías, de Vicente Aranda, ha dado actualidad al olvido integral de la guerra civil y de la posguerra. Se diría que lo único que nos la recuerda son los nombres franquistas de nuestras calles (todavía quedan muchos de la apisonadora que por el callejero tradicional de nuestros lugares pasó el vencedor). Por ejemplo, en mi pueblo, Sepúlveda (Segovia), de donde soy cronista, va a hacer 60 años que la plaza del Trigo se llama del Generalísimo Franco. De manera que los jóvenes ignorarán que allí hubo durante centurias un mercado de granos, pero no que el personaje homenaj...

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El estreno de Libertarías, de Vicente Aranda, ha dado actualidad al olvido integral de la guerra civil y de la posguerra. Se diría que lo único que nos la recuerda son los nombres franquistas de nuestras calles (todavía quedan muchos de la apisonadora que por el callejero tradicional de nuestros lugares pasó el vencedor). Por ejemplo, en mi pueblo, Sepúlveda (Segovia), de donde soy cronista, va a hacer 60 años que la plaza del Trigo se llama del Generalísimo Franco. De manera que los jóvenes ignorarán que allí hubo durante centurias un mercado de granos, pero no que el personaje homenajeado fue el amo de España durante casi medio siglo. Otro ejemplo: siendo yo niño me marcó un detalle que oí contar el año cuarenta. A las familias de los fusilados entonces en Madrid las cobraban cinco duros por dejarlas ver a sus muertos. Y yo me pregunto; ¿se trataba de una tasa legal? ¿O era una pequeña corrupción? Una investigadora, a punto de terminar un libro sobre los ejecutados en la posguerra en el cementerio del Este, no conocía el dato.-

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