Un niño de seis años es acusado en EE UU de intentar asesinar a un bebé

Un niño de seis años ha sido acusado en Richmond, EE UU, de intento de asesinato tras abandonar a su suerte a un bebé de un mes al que había brutalmente apaleado y que creyó que estaba muerto. Debido a la edad, no ha sido divulgada la identidad del acusado que podría convertirse en el sospechoso más joven de EE UU.Junto con este niño fueron detenidos otros dos menores de ocho años acusados de complicidad. Todos ellos han sido internados en un centro para menores. El acusado de seis años estaba previsto que compareciese ayer ante un tribunal que debía de pronunciarse sobre el mantenimiento o no...

Un niño de seis años ha sido acusado en Richmond, EE UU, de intento de asesinato tras abandonar a su suerte a un bebé de un mes al que había brutalmente apaleado y que creyó que estaba muerto. Debido a la edad, no ha sido divulgada la identidad del acusado que podría convertirse en el sospechoso más joven de EE UU.Junto con este niño fueron detenidos otros dos menores de ocho años acusados de complicidad. Todos ellos han sido internados en un centro para menores. El acusado de seis años estaba previsto que compareciese ayer ante un tribunal que debía de pronunciarse sobre el mantenimiento o no de la detención del menor. Un gran jurado tendrá luego que examinar los cargos y, eventualmente, acusar al niño de forma oficial de intento de asesinato.

Según la policía, los tres niños habían entrado en una casa de Richmond con la intención de robar una bicicleta. El bebé, que dormía en su cuna, fue objeto de múltiples golpes.

Los padres, que habían salido de compras, habían dejado el bebé a cargo de una niñera que ha relatado que dejó el niño en su cuna. Al volver, unos minutos después, encontró que había un bastón en el lecho del bebé que lloraba y tenía la cabeza cubierta de sangre.

Según los médicos, el cerebro del bebé, que seguía anoche luchando entre la vida y la muerte en el hospital de Oakland, ha sufrido gravísimos daños. En caso de sobrevivir, serán necesario meses e incluso años para evaluar las secuelas físicas y mentales de los golpes.