Tribuna:

Diagnóstico

Roldán fue uno de esos cuerpos extraños que ingresan bruscamente en el torrente sanguíneo y recorren el cuerpo social hasta incrustarse en los pulmones. Duele al toser, o cuando cambia el tiempo, porque se ha formado en torno a él una dureza protectora, un callo, que provoca una irritación permanente en el aparato respiratorio. Pascual Estevill, en cambio, es colesterol puro. Han chequeado su sistema sanguíneo por todos los bancos del país, y han encontrado más grasa que en el abdomen de un cerdo. Lo malo es que parte de esa manteca se ha filtrado por ósmosis al sistema circulatorio del CGPJ e...

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Roldán fue uno de esos cuerpos extraños que ingresan bruscamente en el torrente sanguíneo y recorren el cuerpo social hasta incrustarse en los pulmones. Duele al toser, o cuando cambia el tiempo, porque se ha formado en torno a él una dureza protectora, un callo, que provoca una irritación permanente en el aparato respiratorio. Pascual Estevill, en cambio, es colesterol puro. Han chequeado su sistema sanguíneo por todos los bancos del país, y han encontrado más grasa que en el abdomen de un cerdo. Lo malo es que parte de esa manteca se ha filtrado por ósmosis al sistema circulatorio del CGPJ estrangulando el paso de la sangre al cerebro. De otro modo, no se entiende que sus colegas todavía no hayan logrado deshacerse de él, incluso de buenos modos.Así que tenemos el aparato respiratorio lleno de corpúsculos tipo Roldán (Urralburu, Salanueva, etcétera), y el sistema circulatorio obstruido por las adiposidades procedentes del Poder Judicial. Deberíamos estar al borde de la muerte, pero lo cierto es que, aparte de los cortocircuitos intelectuales inherentes a la falta de riego, el cuerpo social funciona. Está todo el mundo más relajado. Hasta el presidente del Gobierno se presenta en las inauguraciones con pantalones de pana y camisa a cuadros, como si hubiera decidido instalarse en un fin de semana permanente.

Es cierto que Aznar parece vivir en un lunes continuo, pero esa laboriosidad marginal forma parte del precario equilibrio del que disfrutamos, y constituye uno de los ingredientes que permiten mantener en pie a un cuerpo con graves problemas cardiorrespiratorios. A lo mejor hemos hallado una nueva forma de Administración en la que te puedes atiborrar de cuerpos extraños y de grasas a condición de que el que gobierna no quiera y el que quiera no pueda.

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