Cartas al director

Descontento

Los abajo firmantes, maestros y maestras del colegio público Loranca, de Fuenlabrada, Madrid, ante la difusión dada a la denuncia presentada por una madre contra una maestra del colegio público Larra por presuntos malos tratos psicológicos a una alumna, quiere manifestar su descontento 'por la actitud que, en general, mantienen los medios de comunicación ante casos como el expuesto anteriormente.Creemos que se da una información sesgada y sensacionalista, no constatándose, en muchos casos, la veracidad de los hechos y limitándose a ofrecer solamente la versión del denunciante.

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Los abajo firmantes, maestros y maestras del colegio público Loranca, de Fuenlabrada, Madrid, ante la difusión dada a la denuncia presentada por una madre contra una maestra del colegio público Larra por presuntos malos tratos psicológicos a una alumna, quiere manifestar su descontento 'por la actitud que, en general, mantienen los medios de comunicación ante casos como el expuesto anteriormente.Creemos que se da una información sesgada y sensacionalista, no constatándose, en muchos casos, la veracidad de los hechos y limitándose a ofrecer solamente la versión del denunciante.

De esta manera, los medios de comunicación consiguen agudizar el posible clima de tensión y desconfianza entre las familias y el profesorado, entorpeciendo en buena medida el clima de diálogo y armonía, no de imposición y ocultismo, que debe imperar en los centros educativos.

Asimismo, venimos comprobarido desde hace tiempo que, salvo excepciones, no se informa de la resolución final de los casos cuando se dicta sentencia a favor del maestro o maestra sujetos de la denuncia.

La mayoría de las veces se resueIve a favor de éstos, por no exisitir ningún indicio de delito y resultar falsos los hechos denunciados, pero esto parece que no interesa a ningún medio de comunicación y, por tanto, no se da difusión, con lo que la honra y profesionalidad del maestro quedan seriamente dañadas ante la opinión pública. Con esto no queremos parecer corporativos y defender incondicionalmente a un compañero o compañera, pero sí creemos tener el derecho de pedirles más rigor en sus informaciones y que den el mismo tratamiento y difusión a la resolución final de estos casos, para compensar, al menos moralmente, el daño hecho al maestro o maestra denunciados y ayudar así a que la figura del docente sea más valorada socialmente, algo a lo que, desgraciadamente, no estamos acostumbrados.-

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