Medicamentos

Desde hace algún tiempo ya, estamos asistiendo a la presencia de medicamentos (antigripales, antitérmicos, analgésicos, etcétera) en anuncios de televisión. Parece razonable que determinados fármacos, de uso común, no dispensables por la Seguridad Social, gocen de esta posibilidad de promoción, que como todos sabemos es tan impactante. Los efectos secundarios o indeseables, a pesar de su baja tasa de incidencia, existen, y por normativa leal, los anuncios deben llevar una coletilla informativa, que nos hacen digerir a modo de trabalenguas insoportablemente rápido. Y es precisamente en el final...

Desde hace algún tiempo ya, estamos asistiendo a la presencia de medicamentos (antigripales, antitérmicos, analgésicos, etcétera) en anuncios de televisión. Parece razonable que determinados fármacos, de uso común, no dispensables por la Seguridad Social, gocen de esta posibilidad de promoción, que como todos sabemos es tan impactante. Los efectos secundarios o indeseables, a pesar de su baja tasa de incidencia, existen, y por normativa leal, los anuncios deben llevar una coletilla informativa, que nos hacen digerir a modo de trabalenguas insoportablemente rápido. Y es precisamente en el final de esta coletilla donde se dice textualmente: "en caso de duda consulte a su farmacéutico". No cabe la menor duda que el sentido de tal afirmación radica en orientar al usuario sobre la elección de un determinado producto o medicamento. Sin embargo, lo que realmente cala en el paciente es la idea de que en caso de duda sobre su dolencia consulten al farmacéutico, cuando lo lógico sería que consultaran a su médico. Con esta coletilla, se está incitando a la automedicación y se hace un flaco favor en pro del consumo racional de los medicamentos.-