Estafan un millón de pesetas a una mujer con el timo del 'tocomocho'

El viejo timo del tocomocho sigue vigente. La última víctima es una mujer a quien dos hombres y una chica le sacaron, hace varias semanas, en Carabanchel, un millón de pesetas, una de las cantidades más elevadas conseguidas en Madrid en los últimos años con este ya clásico procedimiento.Este timo, que presenta muchas variantes, consiste básicamente en que la víctima -en este caso una mujer de avanzada edad que pide mantener su anonimato- es abordada por un hombre que se hace pasar por tonto y que exhibe un falso boleto de lotería premiado, dice, "con muchos millones".

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El viejo timo del tocomocho sigue vigente. La última víctima es una mujer a quien dos hombres y una chica le sacaron, hace varias semanas, en Carabanchel, un millón de pesetas, una de las cantidades más elevadas conseguidas en Madrid en los últimos años con este ya clásico procedimiento.Este timo, que presenta muchas variantes, consiste básicamente en que la víctima -en este caso una mujer de avanzada edad que pide mantener su anonimato- es abordada por un hombre que se hace pasar por tonto y que exhibe un falso boleto de lotería premiado, dice, "con muchos millones".

El tonto pregunta entonces por una oficina en la que poder cobrar el premio al tiempo que muestra el billete y pregona el miIlonario boleto. No obstante, la cantidad que menciona suele ser muy inferior a la real, para que la víctima pique y se convenza de que realmente está ante un bobo.

"Es una oportunidad que no podemos perder", asegura la víctima de este timo que le decían, insistentemente, los compinches del supuesto lelo. Los ganchos logran convencer a la víctima para que saque del banco el dinero que pide el tonto a cambio del multimillonario boleto. Le dan el billete, se quedan con el dinero y desaparecen. Luego, cuando el estafado, pretende cobrar el premio, llega el sofocón.

Esta nueva víctima fue abordada por el tonto y sus compinches a finales de febrero, cuando se disponía a entrar en su domicilio de la calle del General Oraa. "Él se hacía pasar por tonto, y de pronto llegó una chica y me sujetó del brazo fuerte. Me decía "vamos, vamos; no podemos perder esta oportunidad". Ese día tenía la cabeza muy mal; hacía uno días que había muerto mi hermano", se lamenta la víctima de este timo.

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