Cartas al director
Cebras
En un país como el nuestro, donde los peatones agradecen abiertamente a los automovilistas que se detengan en los pasos de cebra -como es obligación ineludible de los conductores-, no resulta extraño que a los ciudadanos de a pie se nos tome el pelo, como acostumbra hacerse desde innúmeras instituciones, privadas y públicas.- ...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
En un país como el nuestro, donde los peatones agradecen abiertamente a los automovilistas que se detengan en los pasos de cebra -como es obligación ineludible de los conductores-, no resulta extraño que a los ciudadanos de a pie se nos tome el pelo, como acostumbra hacerse desde innúmeras instituciones, privadas y públicas.-
Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO