Cartas al director

Desconocimiento

Mi nombre es Javier García, residente y delegado de Juventud del municipio de La Hiruela.Habiendo leído el artículo redactado por el señor Andrés Campos, titulado El pueblo sin fin, publicado el día 23 de febrero en el periódico EL PAÍS quiero pedirle que se disculpe ante La Hiruela como municipio, y ante sus habitantes por su falta de respeto al utilizar adjetivos como "viejucos, gente que no sabe vivir, etcétera".

Quiero creer que ha hablado por desconocimiento, o que sus baremos para medir la calidad de vida no coinciden con los nuestros; la gente que vivimos en estos municipi...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Mi nombre es Javier García, residente y delegado de Juventud del municipio de La Hiruela.Habiendo leído el artículo redactado por el señor Andrés Campos, titulado El pueblo sin fin, publicado el día 23 de febrero en el periódico EL PAÍS quiero pedirle que se disculpe ante La Hiruela como municipio, y ante sus habitantes por su falta de respeto al utilizar adjetivos como "viejucos, gente que no sabe vivir, etcétera".

Quiero creer que ha hablado por desconocimiento, o que sus baremos para medir la calidad de vida no coinciden con los nuestros; la gente que vivimos en estos municipios hemos escogido por voluntad propia esta opción, y no por eso pensamos que las personas que han elegido vivir de otra forma no saben vivir.

Y a pesar de todo, somos lo bastante civilizados, permisivos y abiertos para consentir que nos visite gente como usted, que disfrute de nuestros parajes, bellos porque no están abandonados gracias a la gente que, según usted, "no sabemos vivir, paletos o cazurros", por mantener unas tradiciones y un entorno natural.

Respecto a su frase "La Hiruela no es que esté lejos, sino que está en el culo del mundo (...), donde Cristo dio las tres voces", le sugerimos que estudie anatomía y un poco de geografía; aquí con mucho gusto, le facilitaríamos material educativo de nuestro colegio público, porque, aunque estos municipios han sufrido, como el resto de España, el problema de la despoblación, por la inmigración hacia los grandes núcleos urbanos (seguramente usted conocerá el fenómeno gracias a algún familiar cercano), hemos sido capaces de recuperar, poco a poco, la población perdida con mecanismos como la asociación cultural Amigos de La Hiruela, y aunque sabemos que aún queda mucho camino por recorrer, agradecemos de antemano colaboraciones como la suya, reflejando fielmente las peculiaridades de nuestra zona.

Por último, recordarle que La Hiruela no es paupérrima; tanto su entorno, rico por la abundancia y variedad de especies, como sus gentes, que no necesitan clases prácticas de lo que significa la palabra tolerancia.-

Archivado En