NUEVA LEGISLATURA

El acercamiento del PP a los nacionalistas desbloquea la reforma constitucional del Senado

La reconversión autonomista del PP va a suponer, entre otros beneficios, la transformación del Senado en Cámara territorial a través de la reforma constitucional. El cambio, encallado hasta ahora por la negativa del ponente del PP, José Miguel Ortí Bordás, a aceptar la propuesta de Convergència i Unió, (CiU) de que la ponencia recoja los hechos diferenciales de las nacionalidades, se desbloquea. El nuevo portavoz del PP en el Senado, el aznarista Pío García Escudero, lo confirma. Los populares asumen los hechos diferenciales y se comprometen a consumar la reforma, en esta legislatura.

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La reconversión autonomista del PP va a suponer, entre otros beneficios, la transformación del Senado en Cámara territorial a través de la reforma constitucional. El cambio, encallado hasta ahora por la negativa del ponente del PP, José Miguel Ortí Bordás, a aceptar la propuesta de Convergència i Unió, (CiU) de que la ponencia recoja los hechos diferenciales de las nacionalidades, se desbloquea. El nuevo portavoz del PP en el Senado, el aznarista Pío García Escudero, lo confirma. Los populares asumen los hechos diferenciales y se comprometen a consumar la reforma, en esta legislatura.

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La transformación del Senado en Cámara de las autonomías no está en la mesa de la negociación entre el PP y los nacionalistas para que José María Aznar consiga la gobernabilidad. Pero es una antigua exigencia de CiU, que fue la coalición promotora siendo Ramón Trías Fargas portavoz.La obligada mejoría de las relaciones entre los populares y los nacionalistas va a influir en la reforma de la Cámara alta, según reconoce el nuevo portavoz de los primeros, Pío García Escudero.

Precisamente fue el PP la fuerza política que bloqueó el texto conjunto de la ponencia constitucional, ya muy avanzado el pasado mes de noviembre, al no aceptar la propuesta de Joaquim Ferrer, portavoz de CiU, de asumir los hechos diferenciales en el texto.

El ponente del PP, José Miguel Ortí Bordás, se opuso tajantamente a ello en momentos en los que el clima político estaba muy crispado y se había producido un fuerte enfrentamiento entre los populares y los nacionalistas.

Un año de trabajo

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Esta oposición bloqueaba un año de trabajo de la ponencia de la reforma constitucional, por la que habían desfilado los padres de la Constitución, todos los presidentes autonómicos e incluso expertos constitucionales y administrativos con el resultado de un amplio consenso sobre la composición de la futura Cámara, así como sobre las competencias que debería asumir.

Ahora cambian las tornas. El nuevo portavoz popular, Pío García Escudero, no ve ningún inconveniente en que el texto de la ponencia incorpore los denominados hechos diferenciales, con el único límite de que no atenten en modo alguno contra la Constitución.

CiU lo único que pretende es que los representantes de las nacionalidades históricas -Cataluña, Euskadi y Galicia- tengan alguna capacidad de veto en la futura Cámara territorial en asuntos que afecten a sus competencias exclusivas, como, por ejemplo, las cuestiones relacionadas con el idioma. Ortí Bordás nunca quiso ni siquiera oír hablar de ello.

El portavoz de Convergència i Unió, Ferrer, se muestra esperanzado con la declaración de intenciones realizada tanto por García Escudero como por el nuevo presidente del Senado, el también popular Juan Ignacio Barrero, sustituto en el cargo del socialista Juan José Laborda. A fin de cuentas, el choque de sus pretensiones con el PP ha sido el principal obstáculo para el avance de la ponencia de la reforma constitucional de la Cámara.

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