SOS Racismo considera asesinato frustrado el ataque contra el niño negro de Torrelodones

La organización no gubernamental SOS Racismo considera un asesinato frustrado el ataque perpetrado por un grupo de jóvenes que lanzó un cóctel mólotov contra el patio de un centro de menores desprotegidos de Torrelodones. La agresión acabó con un niño negro de cinco años con los ojos quemados.La calificación jurídica de los hechos efectuada por SOS Racismo consta en la querella que la organización, a través de su abogado José Antonio Moreno, ha presentado en el juzgado que instruye el caso. "Lo hacemos ante la dejación demostrada por la Administración autónoma, de la que depende el cent...

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La organización no gubernamental SOS Racismo considera un asesinato frustrado el ataque perpetrado por un grupo de jóvenes que lanzó un cóctel mólotov contra el patio de un centro de menores desprotegidos de Torrelodones. La agresión acabó con un niño negro de cinco años con los ojos quemados.La calificación jurídica de los hechos efectuada por SOS Racismo consta en la querella que la organización, a través de su abogado José Antonio Moreno, ha presentado en el juzgado que instruye el caso. "Lo hacemos ante la dejación demostrada por la Administración autónoma, de la que depende el centro", señaló ayer Moreno. Los hechos ocurrieron la mañana de Año Nuevo.

Los niños, de seis a siete años, se encontraban en el patio a la espera de salir para comprar unas chucherías. Los supuestos autores de la agresión, con edades comprendidas entre los 26 y los 29 años" arrojaron la bomba -preparada para estallar al ser agitada- contra la chiquillería. Aunque no estalló, algunos niños se asustaron. No así Manuel, negro de cinco años. El pequeño, animado por los gritos de los agresores -que, según SOS Racismo, se dirigieron a él por su color de piel-, cogió el artefacto, que al ser izado explotó. Manuel fue alcanzado por las llamas, que le dañaron los ojos.

Los agresores huyeron en coche. Dos semanas después, gracias al testimonio de unos testigos, fueron detenidos por la Guardia Civil, ante la que reconocieron su participación en los hechos. El Juzgado de Instrucción número 1 de Collado Villalba, sin embargo, los dejó en libertad sin fianza tras tomarles declaración (véase EL PAÍS del 17 de febrero). El centro objeto de la agresión acoge a niños desprotegidos, hijos de la, inmigración, la droga y la pobreza. El pequeño tardó 15 días en curarse. "Evidentemente; aparte de la agresión indiscriminada y en superioridad que realiza el grupo, de los querellados, la utilización de un artefacto incendiario contra un grupo de niños pequeños que se halla reunido en un patio de un colegio demuestra una clara intención de matar. Asimismo es de resaltar la alevosía presente en toda la actuación de los querellados, que se dirigen contra unas víctimas totalmente indefensas por su propia condición de niños y [...] al atacarles de forma inesperada e inmotivada", dice la querella.

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