300 legionarios siembran el caos en las calles de Melilla en represalia por la muerte de un compañero

Unos trescientos legionarios vestidos de paisano sembraron ayer el caos en las calles de Melilla y se cebaron en el barrio del Polígono, de mayoría musulmana, en venganza por la muerte de un compañero la madrugada anterior. En los incidentes, desencadenados en represalia por el homicidio del soldado José María Hidalgo, de 19 años, que falleció al recibir una puñalada en el pecho durante una pelea en un disco-pub entre soldados y civiles, resultaron heridos al menos cuatro personas, que fueron atendidas en el hospital comarcal.Los legionarios responsabilizaron del homicidio de José María...

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Unos trescientos legionarios vestidos de paisano sembraron ayer el caos en las calles de Melilla y se cebaron en el barrio del Polígono, de mayoría musulmana, en venganza por la muerte de un compañero la madrugada anterior. En los incidentes, desencadenados en represalia por el homicidio del soldado José María Hidalgo, de 19 años, que falleció al recibir una puñalada en el pecho durante una pelea en un disco-pub entre soldados y civiles, resultaron heridos al menos cuatro personas, que fueron atendidas en el hospital comarcal.Los legionarios responsabilizaron del homicidio de José María Hidalgo a un musulmán no identificado. A primera hora de la tarde salieron del cuartel Millán Astray prácticamente en formación, según algunos testimonios, y recorrieron las calles del centro intimidando a los vecinos y provocando todo tipo de destrozos callejeros. Ante la alarma producida por esta violenta manifestación de protesta, cuya convocatoria se desconocía, según fuentes de la Delegación del Gobierno en Melilla, fueron enviados a la zona agentes de la Policía Municipal, Nacional, Militar y de la Guardia Civil.

A pesar de que a partir de cierto momento los legionarios fueron escoltados durante su protesta por los agentes de seguridad, ocasionaron destrozos en las instalaciones de las cafeterías y establecimientos comerciales que encontraron a su paso. Los soldados también rompieron coches que hallaron aparcados en su camino hasta el barrio del Polígono, adonde llegaron coreando consignas antimusulmanas.

Una vez que entraron en las calles del barrio del Polígono, los legionarios recrudecieron sus agresiones y ocasionaron numerosos destrozos callejeros, en su afán de tomar represalias indiscriminadas por la muerte de su compañero. Ante el cariz que tomaron los incidentes, la Comandancia General se vio obligada a ordenar el acuartelamiento de todos los mandos y oficiales del Tercio.

Tras estos incidentes, en los que resultaron heridas cuatro personas, el delegado del Gobierno en Melilla, Manuel Céspedes, convocó urgentemente una reunión con mandos de la policía y de la Guardia Civil, quienes decidieron mandar a la zona una docena de vehículos con sus correspondientes dotaciones, que permanecen en ella en previsión de que se produzcan nuevos incidentes.

José María Hidalgo, el soldado fallecido en la madrugada del sábado al domingo, tenía 19 años y era natural de Málaga. Fue destinado a Melilla por el primer reemplazo de este año. Su muerte se produjo al recibir una puñalada cuando participaba en una pelea entre soldados y jóvenes melillenses en el disco-pub Salsa.

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