Rafsanyani pide a los iraníes resistir a las "nuevas presiones" de EE UU e Israel

ENVIADO ESPECIAL Irán se ha puesto inmediatamente en guardia. Tras depositar ayer su voto en Teherán, el presidente Alí Akbar Hachemí Rafsanyani hizo un llamamiento a la unidad nacional frente a lo que Irán percibe como una inminente intensificación de la hostilidad internacional hacia la república islámica. Rafsanyani instó a los iranies a resistir "nuevas presiones norteamericanas e isrelíes', en alusión a s posibles resultados de la cumbre antiterrorista la próxima semana en Egipto.

En la cumbre, que copresidirán los jefes de Estado egipcio y estadounidense y que ideó el presidente p...

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ENVIADO ESPECIAL Irán se ha puesto inmediatamente en guardia. Tras depositar ayer su voto en Teherán, el presidente Alí Akbar Hachemí Rafsanyani hizo un llamamiento a la unidad nacional frente a lo que Irán percibe como una inminente intensificación de la hostilidad internacional hacia la república islámica. Rafsanyani instó a los iranies a resistir "nuevas presiones norteamericanas e isrelíes', en alusión a s posibles resultados de la cumbre antiterrorista la próxima semana en Egipto.

En la cumbre, que copresidirán los jefes de Estado egipcio y estadounidense y que ideó el presidente palestino, Yasir Arafat, Irán volverá a ser acusado de promover actos terroristas como la cruenta cadena de atentados suicidas en Israel. Rafsanyani vaticinó que la iniciativa -apoyada por EE UU, Israel y Francia- va a tener "exactamente un efecto contrario". Hoy más que nunca, subrayó, los iraníes deben cerrar filas en torno a su Gobierno para aguantar los embates de los enemigos de la revolución islámica. Y es que el principal mensaje que emanó del liderazgo iraní mientras millones de electores acudían a las urnas fue una advertencia de que se avecinan días difíciles y hasta peligrosos en el frente externo.Las palabras del presidente reflejaron la creciente preocupación iraní frente a las gestiones diplomáticas que persiguen acentuar el aislamiento de Teherán, un objetivo que puede asestar un duro golpe a los planes económicos de Teherán, vitales para la estabilidad del. sistema.

El foco de atención de la campaña electoral para elegir a 270 miembros del Majlis (Parlamento) ha pasado en los dos últimos días de la agenda doméstica, dominada por la economía, al plano exterior. Las acusaciones de complicidad iraní y fomento del terrorismo han movilizado a las mezquitas y a la maquinaria propagandística oficial, que lanzan llamamientos a la unidad para contrarrestar la nueva conspiración". La sensación de acecho es perceptible en prácticamente todos los mensaje s de los líderes, políticos y religiosos. Como tantas veces, el blanco favorito es la prensa internacional.

"Las agencias de noticias y centros de información vinculados al sionismo acusan de terrorismo a la nación iraní y al sistema islámico", declaró el ayatolá Alí Jamenei, el líder espiritual de Irán y sucesor del imam Jomeini. "Pero, en nuestra opinión, el terrorismo es obra de los que son perversos por naturaleza".

El servicio de la BBC en farsi ha sido acusado por el diario Abrar de promover el absentismo en las elecciones. Otro diario, Akhbar, se ha lanzado contra la cadena de televisión CNN en un largo artículo dedicado a su corresponsal Christiana Amanpour bajo el titular de Christiana es una mentirosa.

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Curiosamente, la crisis que ha provocado la convocatoria de la cumbre de Sharm el Sheij podría ser atribuida a un comentarista de la agencia oficial de noticias iraní Irna que describió los atentados de Hamás en Jerusalén y Tel Aviv como "un castigo divino". Ayer era imposible hallar una sola copia de dicho comentario en la sede de Irna. "Todo ha sido un malentendido", explicó apologéticamente un funcionario del "departamento político" de la agencia.

El Gobierno insiste en que el comentario no refleja la política oficial y que la reacción internacional enmascara otro intento de aislar a Irán. En varias ocasiones, autoridades iraníes han negado todo vínculo de Teherán con los bombazos en Israel. "Ya es una costumbre el recurso de acusar a Irán cada vez que se produce un incidente que Occidente no está en condiciones de explicar al mundo", declaró el viceministro de exteriores, Mohammad Javad Zarif.

La expectativa popular por el desenlace de la cumbre antiterrorista estaba ayer patente en muchos de los colegios electorales. "Que nos acusen de lo que quieran. Nosotros sabemos que el Gobierno es inocente y que todo este alboroto no es sino una nueva maniobra de las arrogantes potencias enemigas de nuestra revolución", dijo un electricista que depositó su voto en el populoso barrio sureño de Islamshaar. "Nuestra respuesta tiene que ser una participación masiva en las urnas", añadió una estudiante de informática. La escasa afluencia de votantes obligó a prorrogar cuatro horas la apertura de los colegios electorales.

El voto judío

Morris Mottamed, un ingeniero judío de 47 años, acudió ayer a la sinagoga Abrishami, en el centro de Teherán, con la esperanza de capturar el voto judío y lograr un escaño, del Majlis. Compite con otros cinco judíos cuyas candidaturas han sido aprobadas por las autoridades islámicas de Irán. "Creo que puedo llevar la voz de la comunidad judía iraní [de aproximadamente 30.000 miembros] al seno del Parlamento", dice Mottamed no lejos de una mesa electoral donde muchos de los hombres llevan la kipa puesta.¿Que sintió este judío al enterarse de la campaña de atentados en Israel? "Pues, nos duele mucho. Condenamos el terrorismo. Matar a inocentes es condenable responde. ¿Y que piensa de los palestinos? "Que tienen derecho a tener su Estado. Todo el mundo tiene derecho a un hogar propio".

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