Cartas al director

Gratitud

Mi tía, que en paz descanse, una anciana de 89 años, ha residido cuatro en la residencia hotel El Refugio de Miraflores de la Sierra hasta el pasado 15 de febrero.No tengo por menos que felicitar a toda esa familia que constituye la residencia por la acogida, trato, mimo, profesionalidad, dedicación y vocación de todos sus empleados (desde el más humilde hasta el director).

Bien visto, es su trabajo, deben volcarse con los ancianos, tanto profesional como vocacionalmente, pero cuando todo ello se cumple y además se hace en silencio, con una sonrisa, con el agrado, amabilidad, desinterés...

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Mi tía, que en paz descanse, una anciana de 89 años, ha residido cuatro en la residencia hotel El Refugio de Miraflores de la Sierra hasta el pasado 15 de febrero.No tengo por menos que felicitar a toda esa familia que constituye la residencia por la acogida, trato, mimo, profesionalidad, dedicación y vocación de todos sus empleados (desde el más humilde hasta el director).

Bien visto, es su trabajo, deben volcarse con los ancianos, tanto profesional como vocacionalmente, pero cuando todo ello se cumple y además se hace en silencio, con una sonrisa, con el agrado, amabilidad, desinterés y dedicación característicos de los buenos profesionales, es digno de elogio.

Porque todo esto lo he vivido semanalmente en mis visitas a mi tía, que he contactado con bastantes residentes e incluso intimado con algunos de ellos, es por lo que quiero felicitarles a través de su diario. Que estas líneas le sirvan de estímulo en su quehacer diario y superarse en esta profesión tan apática por lo difícil e ingrata.

Gracias por vuestra abnegación y labor social tan poco reconocida y sin embargo a veces bastante criticada. Que Dios os bendiga a todos.-

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