Renuncia el juez del 'caso Colosio' tras los ataques de la fiscalía mexicana

El juez Alejandro Sosa Ortiz, encargado del proceso sobre el asesinato de Luis Donaldo Colosio, ha solicitado su relevo después de que la subprocuraduría (fiscalía) especial que investiga el caso cuestionara su imparcialidad y pidiera formalmente su retirada. El magistrado, con residencia en Toluca, asumió el caso hace dos años, nada más producirse el atentado contra el candidato presidencial del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Tijuana, el 23 de marzo de 1994. Meses después condenó a Mario Aburto, el asesino confeso, a 45 años de prisión y actualmente llevaba el proceso contra Ot...

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El juez Alejandro Sosa Ortiz, encargado del proceso sobre el asesinato de Luis Donaldo Colosio, ha solicitado su relevo después de que la subprocuraduría (fiscalía) especial que investiga el caso cuestionara su imparcialidad y pidiera formalmente su retirada. El magistrado, con residencia en Toluca, asumió el caso hace dos años, nada más producirse el atentado contra el candidato presidencial del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Tijuana, el 23 de marzo de 1994. Meses después condenó a Mario Aburto, el asesino confeso, a 45 años de prisión y actualmente llevaba el proceso contra Othón Cortés Vázquez, acusado por la fiscalía de ser el segundo tirador contra Colosio.El primer roce visible con la subprocuradora especial que investiga el asesinato se produjo a raíz de que el juez Sosa absolviera en julio pasado a tres de los acusados, miembros del equipo de seguridad del candidato, después de desestimar las pruebas presentadas por la fiscalía.

Dos de ellos, Roberto y Vicente Mayoral, cruzaron después a EE UU y han solicitado refugio político en Caléxico (California). Según los investigadores, los Mayoral, padre e hijo, habían entorpecido los movimientos de los guardaespaldas de Colosio para abrir paso a Mario Aburto, que segundos después disparó a la cabeza del candidato.

El subprocurador especial Pablo Chapa temía que el proceso contra Othón Cortés tuviera el mismo desenlace; de quedar Cortés en libertad, la fiscalía se vería en aprietos para sostener su hipótesis de que el atentado fue un compló. De entrada, el juez Sosa que debía dictar sentencia en un plazo inferior a tres meses había desestimado el testimonio de tres testigos sobre el que la fiscalía basaba su acusación.

Ésta fue la gota que colmó el vaso de la paciencia de la fiscalía, que consideraba ya que las actuaciones del juez iban destinadas a proteger a los inculpados. La subprocuraduría presentó el martes una impugnación contra el magistrado, al que acusó de actuar con parcialidad. Nada más conocerse el recurso el propio magistrado solicitó su retirada del caso.

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