El veto y los votos

Acabar con el veto, o al menos reducirlo a la mínima expresión a través de una mayoría "supercualificada", es otro de los ejes del documento de la Comisión Europea. Una propuesta que corre el riesgo de toparse con lo que más combate, el veto del Reino Unido, pero también con la animadversión de muchos países temerosos de que una extensión indiscriminada del voto mayoritario acabe obligándoles a acatar -y lo que es peor, ¡a pagar!- políticas comunitarias con las que no están de acuerdo.Una de las claves de la desaparición del veto está en el reparto de votos en el Consejo de Ministro...

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Acabar con el veto, o al menos reducirlo a la mínima expresión a través de una mayoría "supercualificada", es otro de los ejes del documento de la Comisión Europea. Una propuesta que corre el riesgo de toparse con lo que más combate, el veto del Reino Unido, pero también con la animadversión de muchos países temerosos de que una extensión indiscriminada del voto mayoritario acabe obligándoles a acatar -y lo que es peor, ¡a pagar!- políticas comunitarias con las que no están de acuerdo.Una de las claves de la desaparición del veto está en el reparto de votos en el Consejo de Ministros. Bruselas propone mantener el actual equilibrio, que favorece a los países menos poblados. Comoquiera que los países candidatos a ampliar la UE son poco poblados, la Comisión propone "sea adaptar la ponderación de los votos, sea introducir un sistema nuevo que haga referencia a la vez a la mayoría de Estados miembros y a una mayoría de la población de la Unión", manteniendo siempre la mayoría cualificada en tomo al actual 71% de los votos. Los países grandes defienden claramente modificar la actual ponderación para adaptarla al factor población.

En materia de política exterior común (Pesc), descartan por omisión la figura del representante único y se inclinan por una propuesta con tres patas: crear "una célula de análisis común", que vendría a ser como el Pentágono de Estados Unidos pero a escala muy reducida y con sede en Bruselas, recurrir como norma general al voto por mayoría (salvo para las cuestiones militares) y permitir a un país desentenderse de una acción a la que no se opone pero con la que tampoco se siente implicado, y crear un tándem Comisión-Presidencia del Consejo que dé visibilidad a la Pesc.

En materia de defensa, abraza la OTAN como "eje central" y otorga a la UEO un papel más relevante en las acciones de mantenimiento de la paz, las llamadas misiones de Petersberg.

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