Cartas al director

Desahucio

Desahuciar a un inquilino no significa, necesariamente, ponerle de patitas en la calle. El universo de definiciones homologadas por la ilustre Real Academia Española ofrece una más sutil y ajustada a esa sensación mezcla de dolor e impotencia que siente uno al ver cómo el peso de la justicia cae, anónima, burocrática, amarga e impasiblemente sobre! recuerdos, cosas, libros, camas, techos, años y años, muertes y resurrecciones, dejando sólo el tufillo característico del deber cumplido: quitar a uno toda esperanza de conseguir lo que: desea.Y el otro día, mientras hacía, inventario entre ruinas ...

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Desahuciar a un inquilino no significa, necesariamente, ponerle de patitas en la calle. El universo de definiciones homologadas por la ilustre Real Academia Española ofrece una más sutil y ajustada a esa sensación mezcla de dolor e impotencia que siente uno al ver cómo el peso de la justicia cae, anónima, burocrática, amarga e impasiblemente sobre! recuerdos, cosas, libros, camas, techos, años y años, muertes y resurrecciones, dejando sólo el tufillo característico del deber cumplido: quitar a uno toda esperanza de conseguir lo que: desea.Y el otro día, mientras hacía, inventario entre ruinas con ayuda de unos buenos amigos, aplacaba mi pena pensando en el futuro. Porque, por mucho que se empeñen, como dijo aquél, la es?.. peranza es lo último que se pierde, aunque lo pongan difícil. Adiós, Ibiza, 35, tercero derecha. Nunca podré olvidarte.-

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