El Gobierno avala la lucha antiterrorista de UCD y, acusa al PP de uso electoral del 'caso GAL'

El Gobierno defendió ayer la legalidad de la lucha antiterrorista de los Ejecutivos de Unión de Centro Democrático (UCD) y atacó al PP por "utilizar de manera partidista" el caso GAL para desgastar a Felipe Gonzá lez. De esta manera salió de la situación en que le habían colocado las denuncias del dirigente socialista José Bono contra el Partido Popular de haber disuelto la comisión GAL del Senado por la advertencia del general José Antonio Sáenz de Santa María de desvelar la guerra sucia en los tiempos de UCD si se le forzaba a declarar. Bono dio a entender que el militar podía poner en cuest...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El Gobierno defendió ayer la legalidad de la lucha antiterrorista de los Ejecutivos de Unión de Centro Democrático (UCD) y atacó al PP por "utilizar de manera partidista" el caso GAL para desgastar a Felipe Gonzá lez. De esta manera salió de la situación en que le habían colocado las denuncias del dirigente socialista José Bono contra el Partido Popular de haber disuelto la comisión GAL del Senado por la advertencia del general José Antonio Sáenz de Santa María de desvelar la guerra sucia en los tiempos de UCD si se le forzaba a declarar. Bono dio a entender que el militar podía poner en cuestión a los hoy dirigentes del PP Rodolfo Martín Villa y José Miguel Ortí Bordás, ministro y subsecretario del Interior con UCD.

González aprovechó la polémica para tratar de marcar la que, a su juicio, debe ser la actitud de un partido democrático ante la lucha antiterrorista, con su firme apoyo al Gobierno de UCD en su política en este campo y la insinuación de que el PP no sólo no hace lo mismo que el PSOE con UCD, sino que utiliza partidistamente aspectos como la guerra sucia para desgastar al Gobierno, algo que sólo beneficia a los terroristas.No obstante, la situación era un tanto incómoda para González, a quien la víspera cogieron por sorpresa las declaraciones de Bono, según aseguran sus colaboradores. En el debate sobre el estado de la nación, celebrado el pasado 8 de febrero, González aseguró que había existido guerra sucia en tiempos de los gobiernos UCD y que precisamente había finalizado en 1986, con un ejecutivo socialista.

Este pasaje de la intervención de González originó la réplica rotunda por parte del hoy diputado del PP y ministro de Interior de UCD en los años setenta Rodolfo Martín Villa.

También tomó cartas en el asunto el ex presidente Adolfo Suárez, que expresó a González su indignación por la referencia a UC-D. El presidente tuvo que aclarar a ambos que no pretendió acusar al Gobierno de UCD, sino que se limitó a constatar la existencia de 44 muertos por bandas contraterroristas durante aquella etapa.

Ayer, González tuvo la oportunidad de sacarse esa espina y lo hizo con solemnidad. Fue la única pregunta sobre política nacional que. respondió durante la rueda de prensa conjunta con el presidente de México, Ernesto Zedillo. González hizo una firme defensa de la actuación legal de los gobiernos de UCD, que tuvo rango de declaración de principios: "Estoy firmemente convencido de que los Gobiernos de UCD actuaron en defensa del sistema democrático y dentro del marco de la legalidad. Nada oirán nunca de mí que sea un reproche a un Gobierno de UCD, independientemente de que se produjeran acontecimientos, como algunas muertes violentas en la lucha contra el terrorismo que nos azota".

Aprovechó la segunda parte de su declaración para asegurar que su Ejecutivo siguió la pauta de UCD y no hará el juego a los terroristas con la puesta en entredicho de la limpieza de aquellos gobiernos: "Me parecería una gravísima irresponsabilidad hacer nada que pudiera parecer una sombra de imputación a los gobiernos de UCD, que defendieron la democracia con una gran firmeza y una gran decisión. Nosotros no hemos hecho como gobierno más que intentar mantener esa bandera en defensa de la democracia y no estoy dispuesto a darle ni una sola ventaja a los violentos".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

González no quiso ir más allá. Eludió la polémica directa y cedió ese papel al ministro de la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba. Este, tras el Consejo de Ministros, se movió en un difícil equilibrio entre defender la legalidad de la lucha antiterrorista de los gobiernos de UCD y dar veracidad a las declaraciones de José Bono, que la cuestionaban basándose en el testimonio del general Sáenz de Santamaría.

Hizo las dos cosas a la vez, pese a su aparente contradicción. Su defensa de los gobiernos de UCD fue casi calcada de la que González haría una hora después. A renglón seguido aseguró también que no tenía ninguna duda sobre la veracidad de las afirmaciones de Bono y aprovechó para hacer una defensa firme del general Sáenz de Santamaría, calificado de "estómago agradecido" por el secretario, general del PP, Francisco Alvarez Cascos.

Pérez Rubalcaba recomendó al número dos del PP que "antes de hablar como lo ha hecho del general Sáenz de Santamaría, pregunte a relevantes miembros de su partido, que han tenido la suerte de tenerle como colaborador, como es el caso de Manuel Fraga o Rodolfo Martin Villa".

"Sáenz de Santamaría ha hecho mil veces más servicios a España y a los españoles que el señor Álvarez Cascos", recalcó. Rubalcaba acusó al PP de "utilizar cualquier tema, incluida la peripecia jurídica del caso GAL, para desgastar al Gobierno y a González con fines electoralistas".

El ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch, calificó en Roma a Sáenz de Santa María de "hombre de honor- y se mostró convencido de que dice la verdad.

Archivado En