La caja fuerte del desaparecido y Álvaro Baigorri aparece sin dinero

La investigación sobre el paradero del Álvaro Baigorri, de 60 años, desaparecido desde el lunes 15 de enero, se sumergió ayer en los papeles del acaudalado empresario. La policía registró la sede de su concesionario Audi-Volkswagen -en la calle de Víctor de la Serna, en Chamartín- y abrió la caja fuerte. Tras el blindaje no apareció ni una peseta, aunque sí numerosos documentos que se han convertido en objeto de las pesquisas. Los agentes carecen aún de cualquier pista fiable que les permita aclarar la misteriosa desaparición. Cada día que pasa, la hipótesis del secuestro se toma más endeble....

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La investigación sobre el paradero del Álvaro Baigorri, de 60 años, desaparecido desde el lunes 15 de enero, se sumergió ayer en los papeles del acaudalado empresario. La policía registró la sede de su concesionario Audi-Volkswagen -en la calle de Víctor de la Serna, en Chamartín- y abrió la caja fuerte. Tras el blindaje no apareció ni una peseta, aunque sí numerosos documentos que se han convertido en objeto de las pesquisas. Los agentes carecen aún de cualquier pista fiable que les permita aclarar la misteriosa desaparición. Cada día que pasa, la hipótesis del secuestro se toma más endeble.

Álvaro Baigorri, casado y con una hija, fue visto por última vez con vida en el aeropuerto de Barajas. Se había dirigido hasta allí en taxi. Al salir de su casa, en el distrito de Retiro, vestía un traje y llevaba una bolsa de El Corte Inglés en la mano. En Barajas le esperaba un billete para Barcelona en un vuelo internacional con destino a Atenas.En contra de las primeras versiones, fuentes de la Dirección General de Policía señalaron que el empresario jamás cambió el billete por un pasaje en el puente aéreo.

Asimismo, la reconstrucción ha permitido establecer que tampoco subió la escalerilla del vuelo internacional. Los investigadores, con todo, aún mantienen abierta la hipótesis de que subiese a algún otro y que ahora se encuentre en el extranjero. Se trataría, entonces, de un caso vinculado a algún asunto de dinero. La denuncia por la desaparición fue presentada el pasado martes por la familia, que guarda silencio sobre el caso. Entre los movimientos anteriores a su desaparición destaca la visita que Baigorri efectuó a su concesionario de automóviles durante el fin de semana, mientras estaba cerrado al público.

También se ha comprobado que al menos en la última semana dejó de emplear la tarjeta de crédito para abonar las comidas y pasó a pagarlas en efectivo.

Quiebra

El empresario, sin problemas familiares conocidos, es considerado tranquilo y trabajador. Pese a que la firma que creó en 1974 en un polígono de Barcelona (Industrias Baigorri, SA) quebró en 1988, el hombre mantenía una posición aparentemente desahogada gracias al concesionario, del que es socio mayoritario.En el Registro Mercantil también figura como socio de la empresa Tracción Motor España, donde a su vez constan José Luis Noriega Ruiz y, como administrador único, su pariente Enrique Baigorri Escandón.

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Baigorri Escandón ha participado en la administración de las empresas El Palmeral de Alicante, Inmobiliaria Urbis y Enjulsa. Ahora forma parte de la firma Carale y de la sociedad limitada Nibelungos. José Luis Noriega, por su parte, administra la sociedad Bayno, preside Libardón y es consejero delegado de Dragoca.

La desaparición de Baigorri puso en alarma a la policía. En un primer momento, participaron en la investigación la Unidad Central Antiterrorista, la Brigada de Información, la Brigada de Policía Judicial y la comisaría de Barajas. Ahora, las pesquisas han quedado en manos del Grupo de Desaparecidos de la Policía Judicial.

La falta de petición de rescate ha desarbolado la posibilidad de que se trate de un secuestro. Esta idea se barajó en los primeros días, en los que planeo la amenaza de una ofensiva etarra.

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