La dimisión de un ministro marca el cierre de campaña electoral en Portugal

El cierre de campaña para las elecciones presidenciales en Portugal estuvo ayer marcado por la dimisión, por acusaciones de fraude fiscal, de un ministro del recién estrenado Gobierno socialista. El primer ministro, Antonio Guterrres, aceptó de inmediato la dimisión y, horas después, anuló la cartera de Equipamiento Social para integrarla en un superministerio.Salvo que este escándalo de última hora cambie la intención de voto de los portugueses, el socialista Jorge Sampaio se sitúa como virtual ganador, con muchas posibilidades, además, de no tener que acudir a una segunda vuelta, tras la ret...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El cierre de campaña para las elecciones presidenciales en Portugal estuvo ayer marcado por la dimisión, por acusaciones de fraude fiscal, de un ministro del recién estrenado Gobierno socialista. El primer ministro, Antonio Guterrres, aceptó de inmediato la dimisión y, horas después, anuló la cartera de Equipamiento Social para integrarla en un superministerio.Salvo que este escándalo de última hora cambie la intención de voto de los portugueses, el socialista Jorge Sampaio se sitúa como virtual ganador, con muchas posibilidades, además, de no tener que acudir a una segunda vuelta, tras la retirada de los candidatos comunista y de extrema izquierda esta semana.

Aníbal Cavaco Silva, durante los pasados diez años primer ministro de Portugal y cabeza visible de la modernización del país, sería el gran perdedor. Algunos miembros de su partido, el socialdemócrata (PSD), de orientación conservadora, le acusaron en octubre de la derrota sufrida en las elecciones legislativas que él se negó a encabezar. A las críticas a un modo excesivamente personalista en su forma de gobernar se suman acusaciones de prensa de ciertas corruptelas que Cavaco ha negado sistemáticamente.

Los socialistas se comprometieron a acabar con esas prácticas y ayer tuvieron que sacrificar a su primera oveja negra, el ministro de Equipamiento Social, Francisco Murteira Nabo. Éste reconoció que las informaciones que le acusaban de haber registrado una vivienda comprada en 15,92 por un valor inferior al que pagó para abonar menos impuestos tenían una "base real".

Práctica habitual

El semanario lisboeta Independente, de orientación conservadora y especialista en difundir escándalos, publicó ayer que el exministro pagó 42 millones de escudos (34 millones de pesetas) por una vivienda, pero declaró que sólo le había costado 33 millones de escudos (26,7 millones de pesetas). La ley portuguesa obliga a pagar el 10% del valor de todos los inmuebles como impuesto y es práctica habitual declarar un valor inferior al abonado para evitar parte de esa tributación.Tras la dimisión de Murteira Nabo, el primer ministro portugués decidió suprimir ese departamento, que en los dos meses del recién estrenado Ejecutivo socialista ya ha tenido dos titulares. Sus funcionse se integrarán en el Ministerio de Planeamiento y Administración del Territorio.

El mismo semanario violó ayer la ley electoral portuguesa que prohíbe la publicación de sondeos a siete días de los comicios. Según la encuesta difundida ayer, el socialista Sampaio se alzaría el domingo con la presidencia de Portugal. De ser así, el Partido Socialista aglutinaría todo el poder: gobiernan en la mayoría de los Ayuntamientos, tienen una mayoría prácticamente absoluta en el Parlamento y tendrían el próximo presidente. Cavaco ha criticado abiertamente esta concentración de poder.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Mario Soares, también socialista, abandona la presidencia al haber agotado los dos quinquenios que, como máximo, permite la ley electoral portuguesa.

Archivado En