El mal tiempo causó el abandono del aeronauta Fossett

Steve Fossett tuvo mal a suerte con el tiempo, y esa fue la causa de su abandono a los dos días de haber iniciado un intento de convertirse en el primer hombre en dar la vuelta al mundo en globo, según las informaciones suministradas por su equipo y por él mismo. Fossett aterrizó en territorio de la costa atlántica canadiense en la tarde del miércoles tras estar varias horas sin comunicarse con la base y haber lanzado una llamada de socorro.

"No sé si lo intentaré de nuevo. Es un desafío enorme pero creo que subestimé las dificultades", declaró el millonario estadounidense, que se...

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Steve Fossett tuvo mal a suerte con el tiempo, y esa fue la causa de su abandono a los dos días de haber iniciado un intento de convertirse en el primer hombre en dar la vuelta al mundo en globo, según las informaciones suministradas por su equipo y por él mismo. Fossett aterrizó en territorio de la costa atlántica canadiense en la tarde del miércoles tras estar varias horas sin comunicarse con la base y haber lanzado una llamada de socorro.

"No sé si lo intentaré de nuevo. Es un desafío enorme pero creo que subestimé las dificultades", declaró el millonario estadounidense, que se ha gastado 36 millones de pesetas en la aventura.

Loque pasó, según los meteorólogos de su equipo, es que cuando llegó al Atlántico tras haber despegado de Dakota del Sur el pasado lunes, Fossett no pudo alcanzar la altura deseada -5.500 metros- para tener los vientos que le llevarían hacia Europa y escapar a la tempestad que ha azotado la costa este de Estados Unidos. La bolsa de bajas presiones le atrapó.

El globo no subía lo suficiente, a pesar de que Fossett lanzó dos de los tanques de propano que llevaba para calentar la cabina y producir el aire caliente que mantiene la altitud durante la noche. A esa altura no podía arriesgarse a seguir. Tuvo la suerte de que los vientos le arrastrarán hacia el norte y hacia atrás, de forma que pudo alcanzar tierra en Canadá.

Dos contendientes más.

Ahora, con menos prisa, empezarán igual aventura los otros dos competidores en esta carrera informal que supone uno de los últimos desafíos aeronáuticas. Richard Branson, el millonario propietario de Virgin, lo hará la próxima semana desde Marraquech.El holandés Henk Brink quiere despegar desde Holanda en cuanto el tiempo mejore. Ambos equipos llevan tres tripulantes y, al contrario que Fossett, cabina presurizada. Eso les permitirá alcanzar rápidamente mayor altura y aprovechar los fuertes vientos hacia el este que existen a unos 10.000 metros.

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