El PC portugués estudia retirar a su candidato en favor de los socialistas
Los comunistas portugueses estudian retirar la candidatura de su aspirante a la presidencia del país, Jerónimo de Sousa, y respaldar al socialista Jorge Sampaio en las elecciones del próximo día 14. De Sousa ha apoyado abiertamente a Samipaio y criticado al conservador Aníbal Cavaco Silva, aunque no ha desvelado si su partido renunciará a sus aspiraciones y defenderá una alternativa común de izquierdas encarnada en Sampaio. Entretanto, un homenaje del actual Gobierno socialista al presidente Mario Soares ha sido duramente criticado por seguidores de Cavaco.
De Sousa elogió ayer a Sampai...
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Los comunistas portugueses estudian retirar la candidatura de su aspirante a la presidencia del país, Jerónimo de Sousa, y respaldar al socialista Jorge Sampaio en las elecciones del próximo día 14. De Sousa ha apoyado abiertamente a Samipaio y criticado al conservador Aníbal Cavaco Silva, aunque no ha desvelado si su partido renunciará a sus aspiraciones y defenderá una alternativa común de izquierdas encarnada en Sampaio. Entretanto, un homenaje del actual Gobierno socialista al presidente Mario Soares ha sido duramente criticado por seguidores de Cavaco.
De Sousa elogió ayer a Sampaio y reconoció que la comisión política del PCP (Partido Comunista Portugués) abordará el próximo lunes la probable renuncia de su candidatura. La dirección del partido decidirá lo que es mejor para la democracia; no debemos confundir decisiones en defensa de la democracia con apoyos a tal o cual candidatura".Mientras tanto, los dos virtuales candidatos a la presidencia de la República, Sampaio y Cavaco, continúan con su extenuante campaña electoral. Visitan pueblos a un ritmo vertiginoso. Sus agendas tienen previstos actos electorales casi cada hora. Ambos coincidieron en el inicio oficial de la campaña por tierras de El Algarve, al sur del país, donde sus caravanas se cruzaron varias veces a lo largo del día.
Cavaco insistió ayer de nuevo en el riesgo que supondría la concentración de poderes si resulta elegido Sampaio, mientras el candidato socialista mantiene su estrategia de evitar el enfrentamiento directo y los insultos a su rival.
El primer brote de violencia de la campaña se registró ayer en Barreiro, una ciudad enclavada en el denominado cinturón rojo al sur de Lisboa. Enfrentamientos físicos entre partidarios y detractores del ex primer ministro y aspirante se produjeron cuando éste llegó a un mitin. Algunas personas que le aguardaban en el exterior le! recibieron con gritos de "¡ladrón!". La comitiva abandonó la ciudad y algunos de los vehículos que la integraban fueron sacudidos y dañados.
Homenaje a Soares
Entretanto, por primera vez durante sus diez años al frente de la presidencia de la República, Mario Soares presidió ayer una reunión del Consejo de Ministros por invitación expresa del jefe del Gobierno, Antonio Guterres, que quería rendir un "homenaje" a la figura del veterano líder socialista antes de su cese, previsto para el próximo 8 de marzo. Partidarios de Cavaco criticaron este homenaje al considerarlo una utilización partidista de la figura del presidente.Soares ha tenido que esperar la victoria de sus compañeros socialistas en las pasadas legislativas de octubre para recibir este simbólico tributo que nunca le fue dispensado por Cavaco, durante su década al frente del Gobierno (1985-1995). Soares agotará el próximo 8 de marzo los dos mandatos consecutivos que permite la Constitución portuguesa.
Inmediatamente después de esta excepcional reunión del Consejo de Ministros -previsto en la Constitución portuguesa-, Antonio Guterres elogió la figura del líder socialista portugués y expresó su más sincero "reconocimiento" a la labor que Soares ha desempeñado en el panorama internacional a favor de los intereses de Portugal. "Es un homenaje a la figura que seguramente más ha contribuido a la afirmación y prestigio de Portugal en el mundo durante los últimos años", afirmó el primer ministro socialista.
Este tributo a la figura de Mario Soares desató ayer una inesperada polémica. Algunos cavaquistas calificaron la reunión de "inconstitucional" y criticaron la supuesta utilización partidista de la figura del presidente de la República en plena campaña electoral. Los socialistas, por su parte, arreciaron sus protestas contra el ex primer ministro por haber intentado aislar del panorama internacional a Soares y desaprovechar deliberadamente su reconocido prestigio en el mundo.