El Valladolid suma nueve jornadas sin ganar

El Valladolid no aprende la lección. Su andadura en Primera División se mueve bajo el signo de la decepción permanente. En los últimos nueve partidos no ha conocido la victoria y se ha tenido que conformar con tres pírricos empates, cosechados después de ir siempre por delante en el marcador, con lo que se hunde en el fondo de la clasificación. La caída es libre y Rafa Benítez no encuentra, de momento, la forma de detenerla. Sus planteamientos son respetuosos con su idea del fútbol, sin trampas, siempre yendo a buscar la portería, contraria. El Mérida fue uno más en la lista de equipos que han...

El Valladolid no aprende la lección. Su andadura en Primera División se mueve bajo el signo de la decepción permanente. En los últimos nueve partidos no ha conocido la victoria y se ha tenido que conformar con tres pírricos empates, cosechados después de ir siempre por delante en el marcador, con lo que se hunde en el fondo de la clasificación. La caída es libre y Rafa Benítez no encuentra, de momento, la forma de detenerla. Sus planteamientos son respetuosos con su idea del fútbol, sin trampas, siempre yendo a buscar la portería, contraria. El Mérida fue uno más en la lista de equipos que han aprovechado la transparencia del cuadro blanquivioleta.El Valladolid ayer no fue capaz de mostrar las mínimas virtudes que habían dejado buen sabor de boca en el paladar de sus aficionados. No tiré del juego por la banda de Fernando, la capacidad guerrillera de Peternac no sirvió esta vez para amedrentar a los curtidos centrales emeritenses, y la zaga vallisoletana volvió a relajarse una vez más en el momento más inoportuno.

Con estos ingredientes la historia del partido se escribió en sólo 10 minutos. Mediada la primera parte, Baraja robó un balón en el centro del campo y el pase al hueco lo recogió Quevedo para batir con facilidad a Leal. El Mérida, que no había llevado ningún peligro al área local, rompió la defensa local cinco minutos después.