Coacciones y conspiración

El abogado José María Fuster Fabra, defensor de Miguel Ruiz, El Lobo, y del coronel Fernando Rodríguez, articuló la petición de la absolución en dos puntos concretos. Ambos fueron objeto de coacciones por parte de la policía para que confesaran inicialmente, al ser detenidos, y los dos han sido víctimas de una persecución decidida por los servicios de información de la policía contra los del Cesid.El letrado dijo que, de acuerdo con su punto de vista, no hay pruebas de las acusaciones del fiscal y, por tanto, tampoco para que el tribunal les condene a cinco años de cárcel, en el caso de...

El abogado José María Fuster Fabra, defensor de Miguel Ruiz, El Lobo, y del coronel Fernando Rodríguez, articuló la petición de la absolución en dos puntos concretos. Ambos fueron objeto de coacciones por parte de la policía para que confesaran inicialmente, al ser detenidos, y los dos han sido víctimas de una persecución decidida por los servicios de información de la policía contra los del Cesid.El letrado dijo que, de acuerdo con su punto de vista, no hay pruebas de las acusaciones del fiscal y, por tanto, tampoco para que el tribunal les condene a cinco años de cárcel, en el caso de El Lobo, y de 13, en el del coronel. Fuster quiso rebatir la tesis del fiscal de que la trama se dedicaba a extorsionar porque, a su juicio, no se produjo ningún caso de chantaje por las supuestas conversaciones captadas ilegalmente.

Sin embargo, gran parte de su informe no giró en tomo al fondo del caso, sino a las particularidades de las dos personas a las que representa. El letrado ensalzó la figura de El Lobo, al que durante la vista calificó repetidas veces de "mítico héroe", y también la del coronel.

Refiriéndose a Rodríguez, el abogado dijo que su dignidad ha quedado demostrada "porque el coronel ha tenido mucha información del Cesid [donde fue el responsable del área económica] y no ha contado ni ha hecho público nada. Si otros hubieran hecho lo mismo, la situación del país sería otra".

Sobre las circunstancias de El Lobo, Fuster señaló: "Cuando los etarras salen a la calle, llevan una vida normal. Él, sin embargo, tiene que vivir escondido para siempre".