La promesa de mejorar el plan de estudios espolea el voto en la Autónoma

La promesa de reformar los nuevos planes de estudios arrastró ayer a los alumnos de la Universidad Autónoma (36.000 matriculados) a las urnas. Los universitarios, según los miembros de las mesas electorales, votaron de forma masiva a los candidatos al claustro. Los estudiantes piden a sus futuros portavoces que mejoren desde dentro de los órganos de gobierno universitario- los nuevos diseños de las carreras, que han reducido a cuatro años los cinco anteriores.A mediodía, las urnas de las ocho facultades estaban a rebosar de papeletas. "Este año ha venido mucha más gente en relación con otro añ...

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La promesa de reformar los nuevos planes de estudios arrastró ayer a los alumnos de la Universidad Autónoma (36.000 matriculados) a las urnas. Los universitarios, según los miembros de las mesas electorales, votaron de forma masiva a los candidatos al claustro. Los estudiantes piden a sus futuros portavoces que mejoren desde dentro de los órganos de gobierno universitario- los nuevos diseños de las carreras, que han reducido a cuatro años los cinco anteriores.A mediodía, las urnas de las ocho facultades estaban a rebosar de papeletas. "Este año ha venido mucha más gente en relación con otro años. Debe ser que la cosa está caliente", era el comentario del día en las ocho mesas electorales. Lo que de verdad quema a los alumnos son los nuevos planteamiento de las carreras.

Por ejemplo, en la Facultad de Filosofía y Letras, según adelantó un miembro de la mesa electoral, la mayoría de los votos depositados eran de alumnos de los nuevos planes de estudio de Historia e Historia del Arte. Una estudiante, Raquel Tomé, de 19 años en segundo curso de Arte, justificaba su voto. "Necesitamos que se nos oiga y, sobre todo, que arreglen los desastres del nuevo plan de estudios". A su lado, otra compañera de curso, María López, de 19 años, enumeraba estos problemas: "En los nuevos planes hay mucha gente matriculada. En Arte, por ejemplo, no tenemos prácticas, hasta hace apenas un mes hemos estado sin profesores, y los que hay tampoco están especializados en las asignaturas que tenemos".

La conversación era idéntica en todas las facultades. Sólo hay que mencionar el nuevo sistema de estudios, y la lluvia de críticas empieza, pero no acaba. En un corrillo a la entrada de la Facultad de Económicas y Empresariales, la alumna Charo Castro, de 19 años, en tercer curso y miembro de la Asociación de Estudiantes de Económicas (AEE), llevaba la voz cantante: "En primer lugar, el número de plazas que se ofrecen en algunas asignaturas es ridículo". Y como muestra dio un ejemplo: "En Ciencia Política han ofrecido este año cinco plazas para una demanda potencial de 2.000 alumnos".

Otro alumno apuntaba, más datos en contra: "Es un plan inviable. Con un expediente académico medio no se saca la carrera en cuatro años. Se necesitan por lo menos un par de años más para poder dar todos los créditos [un crédito corresponde a 10 horas lectivas] que nos obligan con las nuevas carreras". Un alumno pronunció la palabra temario. Y Charo Castro volvió a tomar el hilo de la conversación: "¿Los temas? Comprimidos, no están adaptados, como tampoco lo está la infraestructura de la universidad".

En la Facultad de Ciencias, tres alumnos del antiguo plan de estudios de química comentaban la saturación de asignaturas en las nuevas carreras. Y manifestaban su apoyo para aquellos que "las padecen". "Es imposible dar en cuatro años lo que antes se daba en cinco", decía uno de ellos, José María Gutiérrez.

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