Pujol: "Por este camino vamos al canibalismo"

José María Aznar, líder del PP, y Julio Anguita, de IU, pusieron ayer el grito en el cielo al interpretar que Jordi Pujol, hasta hace poco socio político de Felipe González, acababa de proponer una ley de punto final para tapar los escándalos que afectan a las instituciones. La reacción fue tal que Pujol convocó a los periodistas para precisar lo que había dicho horas antes a una emisora de radio. "Yo lo que pido", manifestó, "es que después de las elecciones de marzo se instaure un cierta tregua, porque España necesita una reflexión, necesita sosegarse. En la transición hubo un pacto de olvid...

José María Aznar, líder del PP, y Julio Anguita, de IU, pusieron ayer el grito en el cielo al interpretar que Jordi Pujol, hasta hace poco socio político de Felipe González, acababa de proponer una ley de punto final para tapar los escándalos que afectan a las instituciones. La reacción fue tal que Pujol convocó a los periodistas para precisar lo que había dicho horas antes a una emisora de radio. "Yo lo que pido", manifestó, "es que después de las elecciones de marzo se instaure un cierta tregua, porque España necesita una reflexión, necesita sosegarse. En la transición hubo un pacto de olvido tácito, porque todos habían tenido sus pecados. Lo que yo propongo ahora no es ningún pacto político, simplemente que la gente recapacite, porque por este camino que vamos hay una antropofagia, un canibalismo...". Aznar le emplazó a ser "más responsable". Anguita enfatizó: "Ni velos ni cortinas. Que no cuenten con nosotros".

"Lamento que algunos comentarios de destacados políticos españoles hayan dado una interpretación errónea, y no sé si en algún caso malintencionada, a mis declaraciones", proclamó Pujol ante los periodistas convocados para hacerles oír la cinta completa de su entrevista en COM Ràdio y que pudieran comprobar que él jamás ha pedido; dijo una ley de punto final ante los casos de corrupción. "No he pedido ni pediré una ley así. Ni por los posibles delitos políticos ni por los económicos", añadió molesto por la encendida polémica avivada por Aznar, Anguita y otros dirigentes de sus formaciones políticas. "Ha habido mucho alboroto en Madrid. Hay una cierta tendencia a no entenderme", se lamentó Pujol.El presidente catalán tenía motivos para estar acalorado, pero no sólo por lo que se estaba diciendo en Madrid. "Si Pujol propone que nos olvidemos de sus muchos errores y de los escándalos en los que han estado implicados él y el Gobierno socialista, que no cuente con el partido que lidera José María Aznar", le replicó desde Sant Sadurni d'Anoia (Barcelona) Aleix Vidal-Quadras, candidato del PP a la Generalitat. "Pujol no tiene bastante detergente para lavar su ropa sucia", remató.

Tras este varapalo, los populares volvieron a golpear, pero por partida doble. Lo hizo el propio Aznar, quien arremetió tanto contra Pujol como contra Felipe González por sus comentarios sobre lo que sucede en esta etapa de la política española. Les sugirió a ambos que sean "más responsables que irresponsables".

Pero la llamada a la responsabilidad no fue sólo de Aznar. González, que por la tarde despachaba con el Rey en una audiencia prevista desde hace varios días, también utilizó la expresión en referencia al dirigente del PP. Aun que sin señalar a nadie, el jefe del Gobierno indicó que "hay responsables políticos con gran representatividad en el país que, como yo, han tenido información sobre las especulaciones, por no llamar las conspiraciones de salón, que hemos vivido durante muchos meses. Otra cosa es que hayan actuado de una u otra manera, pero lo sabían igual que lo sabía yo". Esos políticos, había dicho previamente en otro foro, "han actuado irresponsablemente".

En su conferencia de prensa de urgencia, Pujol se encargó de puntualizar que lo que él demanda es "sosiego", "mutuo respeto", "respeto a ciertas normas de conducta ajenas a la visceralidad y al espíritu destructivo", "que se detenga este proceso de degradación"..."No sería bueno", sentenció, "Ilegar a la conclusión de que lo que se valora en España es mucho más la llamada a arrancarse las entrañas que la de establecer la convivencia política". Y subrayó: "Yo he añadido a menudo que lo único que no podía detenerse es la acción de la justicia".

Aznar no dio muestras de entender el mensaje en esta dirección. "Lo que hace falta es superar esta etapa de la vida española. Afortunadamente vamos a despedirla, vamos a hacer todos el esfuerzo por despedirla", dijo. Y rubricó: "La mayoría de los españoles lo están deseando". Por la noche, en un mitin en Lleida, insistió en interpretar, las palabras de Jordi Pujol como ley de punto final. "No se le ocurre otra cosa que una tapadera para todos los escándalos. Pues, no señor", concluyó.

Pujol le respondió: "Supongo que Aznar ha leído mis declaraciones o si no, ¿de qué habla?" Si no las ha leído y habla, "sería un frívolo", dijo. Y añadió: "Aznar sigue insistiendo como si yo hubiese pedido una ley de punto final. Sinceramente, si lo hace -y lo ha hecho en Lleida- yo sólo puedo atribuirlo -y siento decirlo- a mala fe". Pujol hizo estas declaraciones en la grabación del programa Tiempos difíciles que, moderado por Manuel Campo emite hoy Antena 3 TV.

En Madrid, Aznar había evitado responder directamente al presidente del Gobierno, que le había acusado de saber que había en marcha una conspiración contra el Rey y las instituciones.

Según el presidente del Gobierno, algunos políticos de "cierto nivel" han actuado irresponsablemente ante el supuesto chantaje al Rey. En su opinión, todavía no han salido a la luz todos los que están especulando contra las instituciones democráticas.

En una rueda de prensa conjunta con la primera ministra turca, Tansu Ciller, el jefe del Ejecutivo recordó que desde hace año y medio ha denunciado que "cierto número de gente" adopta "una actitud poco respetuosa con las instituciones y de un cierto aprovechamiento personal". "Todavía no están todos los que son" y "aparecerán algunos más", añadió. Tal comportamiento no debe, dijo, inspirar preocupación porque las instituciones democráticas son de "una enorme solidez y no va a haber intereses particulares ni maniobras, por más o menos bien orquestadas que estén, que las perturben". González reiteró que otros políticos conocían como él que se preparaba una conspiración. "Ese conocimiento lo tiene mucha más gente, y si no, pregúntenselo al señor director de Abc".

El jefe del Ejecutivo se resistió a comentar las declaraciones de Pujol porque en ese momento las desconocía. Acabó, no obstante, comentando que la democracia se ha construido en España durante la transición "no sobre pactos tácitos, sino sobre consensos expresos que ( ... ) han sido extraordinariamente útiles". Precisó que tales pactos no deben "impedir que los procedimientos judiciales, de exigencias de responsabilidades, como ha habido en los casos de corrupción, sigan su curso".

Anguita no perdona

La respuesta de Julio Anguita a Jordi Pujol fue contundente. A su juicio, no puede haber olvido ni perdón. El coordinador general de IU no sólo rechazó cualquier pacto para olvidar o perdonar, desestimó también cualquier similitud con los pactos de la transición. E hizo una advertencia: las investigaciones sobre el caso Prado-De la Rosa hay que llevarlas hasta las últimas consecuencias.

Anguita rechazó cualquier posibilidad de pacto de "punto final", "borrón y cuenta nueva" u olvido. Y dijo: "Para que haya perdón, ha de conocerse qué se perdona y a quién se perdona" Primero investigar. Y luego establecer responsabilidades. "Hasta las últimas consecuencias", dijo. "¿Incluso el Rey?", se le preguntó. "Hasta las últimas consecuencias. Y yo no pronunciaré las palabras, pero hasta las últimas consecuencias. Respetamos al Rey, pero por encima de él están las leyes y la Constitución", respondió.