Afirmar que los "militares son asesinos" no será delito en Alemania

El Tribunal Federal Constitucional (BVG), la máxima instancia judicial en Alemania, confirmó ayer que la expresión "los militares son asesinos" está protegida por la libertad de expresión y no puede considerarse como injuria perseguible penalmente si no se refiere a una persona concreta. La sentencia del Tribunal Constitucional ha provocado duras críticas de representantes de los partidos del Gobierno, sobre todo los democristianos, y el aplauso de portavoces de la oposición, socialdemócratas y ecopacifistas Los Verdes.

La polémica por la frase "los militares son asesinos" se remont...

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El Tribunal Federal Constitucional (BVG), la máxima instancia judicial en Alemania, confirmó ayer que la expresión "los militares son asesinos" está protegida por la libertad de expresión y no puede considerarse como injuria perseguible penalmente si no se refiere a una persona concreta. La sentencia del Tribunal Constitucional ha provocado duras críticas de representantes de los partidos del Gobierno, sobre todo los democristianos, y el aplauso de portavoces de la oposición, socialdemócratas y ecopacifistas Los Verdes.

La polémica por la frase "los militares son asesinos" se remonta a los tiempos de la República de Weimar, cuando el escritor satírico alemán Kurt TuchoIsky se vio obligado a comparecer ante un tribunal en Berlín acusado de injurias a las Fuerzas Armadas. El tribunal berlinés absolvió en 1932 a Tucholsky, quien, con la llegada del nazismo al poder, emigró a Suecia, donde se suicidó en 1935, después que el régimen nazi le quitase la nacionalidad.

La frase de Tucholsky tuvo una acogida favorable entre los pacifistas contemporáneos, que la usaron en pegatinas y pancartas, por lo que también tuvieron que comparecer ante los tribunales alemanes de hoy día, que no vacilaron en condenar a los que así se manifestaron por injurias e incitación a la violencia contra un grupo social. Contra estas sentencias de los tribunales recurrieron los afectados hasta la máxima instancia, el BVG, que ayer confirmó que la expresión goza de la protección que la Constitución ofrece a la libertad de expresión, salvo que se dirija contra un soldado en concreto. En este caso, se trataría de un delito de injurias perseguible como tal.

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