Cartas al director

Sobra la denuncia

Como madre de un colegial que años anteriores se vio obligado a cambiar de colegio por las novatadas, quiero responder al director del colegio Escorial.Me parece muy bien que el vicerrector de alumnos de la Universidad Complutense de Madrid remita el oficio en el que prohíbe todo tipo de novatadas, tanto individuales como colectivas, dentro y fuera de los colegios mayores.

También es correcto que estas acciones bochornosas, vejatorias e indignas de personas que se consideran cultas denuncien en la asamblea de colegios mayores de Madrid, el 9 de febrero de 1994, y se reitere la condena d...

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Como madre de un colegial que años anteriores se vio obligado a cambiar de colegio por las novatadas, quiero responder al director del colegio Escorial.Me parece muy bien que el vicerrector de alumnos de la Universidad Complutense de Madrid remita el oficio en el que prohíbe todo tipo de novatadas, tanto individuales como colectivas, dentro y fuera de los colegios mayores.

También es correcto que estas acciones bochornosas, vejatorias e indignas de personas que se consideran cultas denuncien en la asamblea de colegios mayores de Madrid, el 9 de febrero de 1994, y se reitere la condena de estos actos.

Pero ¿hasta dónde puede llegar la falsedad de estos directores, a los que confiamos la educación de nuestros hijos, para que digan una cosa y hagan otra?

¿Para qué y por qué hace falta la denuncia de los colegiales cuando un director presencia casi todas las novatadas y es miembro en muchos casos del juicio del novato, o al menos se les deja los locales del colegio para que se celebren esos temidos juicios?

¿Qué, pretende usted, señor Campos? ¿Que se violente un muchacho de 18 años para denunciar una injusticia y usted se ría también de él no haciéndole caso?

Me parece muy bien que se denuncien a los medios de comunicación, que son los únicos que, parece, son capaces de mejorar este país.

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Lo siento por usted y por nosotros; cada día sobran más plazas en los colegios mayores y nuestros hijos se tienen que buscar la vida en pisos compartidos o como pueden; tal vez estarán más incómodos, pero, al menos, no soportan las vejaciones y humillaciones que ustedes, con su inoperancia, aunque se reúnan para condenarlas, consienten.-

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