Sin desperdicio
Las páginas 29 y 30 de su edición del 19 de octubre no tienen desperdicio. Vayamos por partes:
1. Del artículo del señor Verdú saco una sola frase. Dice este señor: "Ni es verdad que todos seremos más felices partiendo por dos las ocupaciones familiares y el cuidado de los hijos".
Por supuesto, todos no seremos más felices; los hombres lo serán menos, pues tendrán que asumir más responsabilidades, pero, y esto es lo que le duele, las mujeres lo seremos más, pues en la misma proporción nos veremos descargadas de dichas responsabilidades.
2. En la págin...
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Las páginas 29 y 30 de su edición del 19 de octubre no tienen desperdicio. Vayamos por partes:
1. Del artículo del señor Verdú saco una sola frase. Dice este señor: "Ni es verdad que todos seremos más felices partiendo por dos las ocupaciones familiares y el cuidado de los hijos".
Por supuesto, todos no seremos más felices; los hombres lo serán menos, pues tendrán que asumir más responsabilidades, pero, y esto es lo que le duele, las mujeres lo seremos más, pues en la misma proporción nos veremos descargadas de dichas responsabilidades.
2. En la página 29, la señora Anita Kalanke, esposa del señor Kalanke, expone lo que de verdad les duele, a ella y a todos los machistas, sean hombres o mujeres. Dice esta señora esposa: "[La ingeniera Glissmann] tiene una casa, dos coches, un hombre que gana mucho dinero". Ahí está el problema, ¿cómo osa la ingeniera Glissmann luchar por un puesto de trabajo si tiene un hombre que gana mucho dinero? Sin comentario.-