25.000 regantes andaluces piden en Sevilla soluciones a la falta de agua

Los regantes del Guadalquivir -entre 25.000 y 40.000, según datos de la Policía Local y la organización- se echaron ayer a las calles de Sevilla en demanda de soluciones a la escasez de agua para sus cultivos. La manifestación recorrió las sedes de distintas instituciones públicas y rompió su carácter pacíficó cuando un grupo reducido de agricultores causó varios desperfectos en la sede de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir. Al grito "Agua sí, paro no", los manifestantes volvieron a plantear sus exigencias: modernización de los regadíos, construcción de embalses y una política de t...

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Los regantes del Guadalquivir -entre 25.000 y 40.000, según datos de la Policía Local y la organización- se echaron ayer a las calles de Sevilla en demanda de soluciones a la escasez de agua para sus cultivos. La manifestación recorrió las sedes de distintas instituciones públicas y rompió su carácter pacíficó cuando un grupo reducido de agricultores causó varios desperfectos en la sede de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir. Al grito "Agua sí, paro no", los manifestantes volvieron a plantear sus exigencias: modernización de los regadíos, construcción de embalses y una política de trasvases.Dos tractores con remolques cargados de árboles secos y un cortejo fúnebre en el que un grupo de 20 plañideras simulaban la muerte del regadío andaluz, abrían la manifestación, que congregó a agricultores de Sevilla, Cádiz, Granada, Córdoba y Jaén llegados a la capital andaluza en casi un centenar de autobuses. La marcha se desarrolló sin incidentes, salvo en su tramo final, cuando un grupo de regantes provocó desperfectos -rotura de los cristales de una puerta y parte del techo de la entrada- en su intento de introducir varios árboles secos en la sede de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir.

Representantes de la Federación de Regantes de la Cuenca del Guadalquivir entregaron un escrito con sus demandas en la Consejería de Medio Ambiente, la Delegación del Gobierno en Andalucía y la propia Confederación Hidrográfica. Y en él cifran las pérdidas sufridas en el campo andaluz: medio billón de pesetas desde 1992 y sólo en el último año 110.000 millones y la desaparición de más de 11 millones de jornales.

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