El Vaticano denuncia el tráfico de jóvenes indias a conventos de clausura españoles

Traer a una novicia cuesta 28.000 pesetas, afirma el intermediario Ibáñez Blanco

Más de 100 muchachas indias han sido enviadas, desde hace un año, a monasterios españoles de clausura. El pasado junio, el entonces nuncio en España, Mario Tagliaferri, y la vaticana Sagrada Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica dieron la alerta citando como intermediario a "un cierto señor Gonzalo Ibáñez Blanco", que"actúa por propia iniciativa". Ibáñez dice que las abadesas, le solicitan a las jóvenes por las escasas vocaciones. Y que ese tráfico es "absolutamente legal". Afirma que traer a cada joven cuesta 28.000 pesetas.

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Más de 100 muchachas indias han sido enviadas, desde hace un año, a monasterios españoles de clausura. El pasado junio, el entonces nuncio en España, Mario Tagliaferri, y la vaticana Sagrada Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica dieron la alerta citando como intermediario a "un cierto señor Gonzalo Ibáñez Blanco", que"actúa por propia iniciativa". Ibáñez dice que las abadesas, le solicitan a las jóvenes por las escasas vocaciones. Y que ese tráfico es "absolutamente legal". Afirma que traer a cada joven cuesta 28.000 pesetas.

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Tagliaferri planteó en una carta dos problemas: "Uno: pocos monasterios disponen de personas idóneas para formar jóvenes con lengua y cultura distintas. La incorporación de candi datas con formación deficiente va a traer, como consecuencia, un empobrecimiento de la vida contemplativa. Dos: algunos monasterios, además de haber tenido que abonar una fuerte suma al intermediario, que carece de autorización eclesiástica, tienen que enviar ayudas económicas a los padres de las postulantes y novicias indias". La Conferencia Episcopal Es pañola está evaluando en un estudio el alcance del fenómeno, y se mantiene en contacto con los obispos indios. "Por supuesto que si una persona en un convento dice, que su familia está en mala situación, el convento intenta ayudar", dice José Mateos, director de la Comisión Mixta Obispos-Superiores Mayores de la Conferencia Episcopal. "Y también puede repercutir económicamente el hecho de que, si ellas no perseveran en su vocación, deba asegurárseles el retorno a sus países; o, más probable aún, si deciden quedarse en España, ya sin relación con la Iglesia, también se plantea asegurar algo sus condiciones de vida".

Sobre el intermediario, Mateos no quiere insistir: "No es un tema importante. Alguien tiene que encargarse de traer a esas chicas, un particular o una agencia. No hay motivos para pensar mal de él". No obstante, el documento vaticano califica el "reclutamiento vocacional" de Ibáñez como "no admisible".

"No tenemos constancia del asunto", dice Víctor Urrutia, director de Asuntos Religiosos, "pero el procedimiento normal es que los obispos de talo cual país soliciten una orden monástica española que se desplace allí para. hacer su labor. Viene a ser como plantar un esqueje, y luego se traen de vuelta personas con vocación. Que vaya. alguien en lugar de las órdenes monásticas es atípico".

"El auténtico discernimiento vocacional con que lleguen las chicas" es lo que de verdad preocupa a la Conferencia Episcopal, asegura José Mateos. "Eso, y las diferencias culturales: un convento no puede funcionar como centro de enseñanza del idioma. Muchas de estas chicas proceden de lugares muy aislados, y ni siquiera saben inglés. Normalmente, el postulantado dura entre medio y un año; el noviciado entre uno y dos años, y luego, otros tres de votos temporales. Es un proceso largo. Por ello nos preocupa la vocación, que no vengan a la aventura, porque luego tendrán que volver como religiosas a su país". El responsable episcopal pide comprensión para los monasterios contemplativos: "Se ven obligados a aguardar que les vengan las postulantes, y desde hace 20, anos, con la crisis de vocaciones en Occidente, cada vez acuden más de tierras lejanas Y muy pobres. Por eso nuestra insistencia en que los tamices vocacionales funcionen".

En el Vaticano, el subsecretario de la Sagrada Congregación, Jesús Torres, señala que ahora "son los obispos españoles e indios quienes tienen que actuar". Torres coincide con Tagliaferri en el problema de la "escasa preparación" de las jóvenes, y no se pronuncia por descalificar al intermediario: "No tengo datos para pensar que ha hecho negocio".

El arzobispo de Pamplona, Fernando SebAstián, publicó el pasado 8 de agosto, en el Boletín Diocesano, la carta de Tagliaferri, el documento de la Sagrada Congregación y una carta propia de advertencia a los monasterios femeninos de vida contemplativa de las diócesis de Pamplona y Tudela.

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