Ceberio: "Es la hora de la humildad del cuarto poder"

La prensa española ha cumplido un papel purificador en su denuncia de los "innurnerables excesos" cometidos por el PSOE en 12 años de Gobierno. Sin embargo, ha llegado la hora de la humildad para el cuarto poder, cuyo celo regenerador está empezando a convertirse en celo inquisidor y, por tanto, temible. Así describió ayer Jesús Ceberio, director de EL PAÍS, la situación de los medios de comunicación, ante la Cámara de Comercio e Industria española en Londres.La intervención de Ceberio inauguró el ciclo de conferencias que, bajo el título La Prensa española hoy, ha organiz...

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La prensa española ha cumplido un papel purificador en su denuncia de los "innurnerables excesos" cometidos por el PSOE en 12 años de Gobierno. Sin embargo, ha llegado la hora de la humildad para el cuarto poder, cuyo celo regenerador está empezando a convertirse en celo inquisidor y, por tanto, temible. Así describió ayer Jesús Ceberio, director de EL PAÍS, la situación de los medios de comunicación, ante la Cámara de Comercio e Industria española en Londres.La intervención de Ceberio inauguró el ciclo de conferencias que, bajo el título La Prensa española hoy, ha organizado el Instituto Cervantes en la capital inglesa. El director de EL PAÍS defendió la postura moderada del diario -"como la mayoría de los que son líderes de opinión en el mundo"- en el seguimiento de la más grave crisis política a la que se enfrenta España desde el intento de golpe de Estado. Ceberio atribuyó a la arrogancia del PSOE, y sus históricos 10 millones de votos, el peso de los errores y corruptelas que se han ido acumulando durante 12 años sin que la judicatura, ni el parlamento, ni la prensa hayan tenido la oportunidad de desentrañarlos y sacar a la luz cuando apenas apuntaban. Sólo el declive del PSOE ha permitido que algunos de sus propios miembros resquebrajaran esa costra inexpugnable, que ha mostrado a la opinión pública los innumerables excesos del poder.

Ceberio citó entre los ejemplos más graves de la conducta irregular del PSOE el terrorismo de Estado para combatir el terrorismo de ETA; la financiación ilegal del propio partido y el enriquecimiento personal de algunos altos cargos a expensas de los fondos reservados.

Pero si el partido en el Gobierno ha cometido excesos, la prensa también ha defendido en el sacrosanto altar de la libertad de expresión casos de mera venganza, de mera intriga e intereses turbios que poco tenían que ver con los invocados principios del interés público. Ceberio señaló que por muchos que sean los pecados de la clase política, "prefiero que me gobierne un político antes que un periodista".

La histórica lucha entre prensa y poder político y económico, obliga a los directores de los medios a soportar continuas presiones. En este sentido, el director de EL PAÍS recordó su batalla personal con el ex presidente de Banesto, Mario Conde, en tomo a las noticias sobre las dificultades del banco, que Conde calificaba de poco noticiosas. Un ejemplo más de las tensiones entre poderes, ansiosos de usurpar el terreno de la prensa que, en estos momentos, ocupa un papel prominente en España, en opinión del director de EL PAÍS.

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