CONDE, ANTE LA JUSTICIA

El ex banquero elude una nueva visita a Alcalá-Meco

EL PAÍSMario Conde logró ayer eludir la cárcel en la que ya estuvo por un auto dictado por el juez Manuel García-Castellón. Después de cinco sesiones de interrogatorio que sumaron casi treinta horas, a las 15.00 horas del 23 de diciembre de 1994, García-Castellón ordenó la prisión incondicional de Mario Conde, ex presidente de Banesto. Se le acusaba de varios delitos (falsedad en documento mercantil, maquinación para alterar el precio de las cosas y apropiación indebida) durante su gestión en Banesto, que provocaron un agujero de 7.000 millones de pesetas. Operaciones, como la de las ce...

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EL PAÍSMario Conde logró ayer eludir la cárcel en la que ya estuvo por un auto dictado por el juez Manuel García-Castellón. Después de cinco sesiones de interrogatorio que sumaron casi treinta horas, a las 15.00 horas del 23 de diciembre de 1994, García-Castellón ordenó la prisión incondicional de Mario Conde, ex presidente de Banesto. Se le acusaba de varios delitos (falsedad en documento mercantil, maquinación para alterar el precio de las cosas y apropiación indebida) durante su gestión en Banesto, que provocaron un agujero de 7.000 millones de pesetas. Operaciones, como la de las cementeras, Euman Valyser, Promociones Hoteleras, grupo Dorna o Carburos Metálicos fueron decisivas en el ingreso de Conde en Alcalá-Meco.

El equipo jurídico del exbanquero presentó un recurso contra el auto de 'Prisión a los ocho días, que fue desestimado por el propio juez García-Castellón. Conde permaneció en la prisión de Alcalá-Meco hasta el 30 de enero de 1995. Durante su estancia en la cárcel, en la que también estaba detenido Arturo Romaní -uno de sus hombres de confianza, que fuera vicepresidente del banco-, coincidió con el ex director de la Seguridad del Estado Julián Sancristóbal. Estos contactos se han revelado fundamentales a la hora de interpretar los últimos movimientos de Mario Conde tras salir de la prisión de Alcalá-Meco.

Cerca de la una de la madrugada del 31 de enero llegaba Conde a su domicilio tras haber reunido en menos de 12 horas un aval bancario de 2.000 millones de pesetas que había exigido la Audiencia Nacional. Otros 1.000 millones de pesetas. pagaría Arturo Romaní. Desde entonces han estado en libertad bajo fianza y sin pasaporte con la prohibición de salir del país. Además, cada 15 días han tenido que presentarse ante la autoridad judicial. Chantaje

Tras salir en libertad, Conde ha seguido en el primer plano de la actualidad al ponerse de relieve su relación con el coronel del Cesid Juan Alberto Perote, quien sustrajo una serie de informaciones relativas a la seguridad del Estado. Además, Conde ha tratado de presionar al Gobierno al intentar uno de sus abogados -que también lo es de Perote-, Jesús Santaella, cobrar 14.000 millones de pesetas por la recuperación de esa información confidencial y no seguir con el sumario de Banesto.

Mario Conde, además, ha dedicado todos los esfuerzos jurídicos al alcance de sus manos para recusar al juez Manuel, García-Castellón y tratar de conseguir que el sumario del caso Banesto pasara a la jurisdicción de Miguel Moreiras, el juez que ayer dictó y revocó en un tiempo récord un auto de prisión incondicional contra él.

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