"Yo no tengo lugar en Francia"

"Querría hacer una cosa: irme de Francia para siempre. ¿Para ir dónde? Pues a mi tierra, Argelia. Yo no tengo lugar aquí". Hace tres años, Jaled Kelkal hizo una larga confesión a un sociólogo alemán, Dietmar Loch, que estudiaba el problema de los suburbios marginados en Francia.El testimonio, Publicado ayer por el diario Le Monde, permite trazar la trayectoria vital de Jaled Kelkal. Entonces no era más que un delincuente juvenil sin notoriedad alguna, pero ya se mostraba obsesionado por la religión musulmana, "la única verdadera", que aprendía gracias a casetes "grabados por hombres sab...

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"Querría hacer una cosa: irme de Francia para siempre. ¿Para ir dónde? Pues a mi tierra, Argelia. Yo no tengo lugar aquí". Hace tres años, Jaled Kelkal hizo una larga confesión a un sociólogo alemán, Dietmar Loch, que estudiaba el problema de los suburbios marginados en Francia.El testimonio, Publicado ayer por el diario Le Monde, permite trazar la trayectoria vital de Jaled Kelkal. Entonces no era más que un delincuente juvenil sin notoriedad alguna, pero ya se mostraba obsesionado por la religión musulmana, "la única verdadera", que aprendía gracias a casetes "grabados por hombres sabios", y por la imposibilidad de integrarse en la sociedad francesa.

"Yo tenía capacidad para conseguir el éxito [sus notas en el colegio fueron buenas], pero no tenía lugar, porque me decía que la integración total era imposible. Olvidar mi cultura, comer cerdo, yo no puedo hacer esas cosas", afirmaba Kelkal.

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"Para mí los occidentales no muestran el menor respeto", explicaba en otro fragmento de su confesión publicada por Le Monde. "Para mí, debe haber, principios y respeto. Si no, todo se derrumba". Y pronunciaba una frase premonitoria: "Sólo se habla de nosotros [los franco-argelinos] cuando hay violencia; por tanto, hacemos violencia".

Kelkal era buscado por su implicación en un atentado frustrado contra un tren de alta velocidad.

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